Rue20 Español/ Rabat
Marruecos, impávido tras el terremoto que sacudió la región de Al-Hauz, acoge las Reuniones Anuales del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial en Marrakech del 9 al 15 de octubre como una «potencia emergente», según el ex diplomático británico Arthur Snell.
Acoger este importante foro es «un signo del creciente estatus del soft power del Reino», añade Snell en un análisis publicado por el canal estadounidense de noticias 24 horas Newsmax.
Para el analista, «Marruecos ha logrado un éxito diplomático considerable en los últimos años», destacando en particular el reconocimiento por parte de Estados Unidos en 2020 de la soberanía marroquí sobre su Sáhara, así como el restablecimiento de relaciones con Israel, que también ha reconocido la naturaleza marroquí del Sáhara.
Este impulso a favor de los derechos legítimos del Reino sobre sus provincias del sur se extiende también, recordó, a Europa, donde España, Alemania y el Reino Unido han expresado su apoyo a la propuesta de autonomía del Sáhara bajo soberanía marroquí.
Comentando la importancia de las reuniones anuales del FMI y del Banco Mundial en Marrakech, el ex Alto Comisario del Reino Unido en Trinidad y Tobago señaló que este cónclave de la élite financiera mundial «llega en un momento en el que Marruecos está decidido a poner de relieve su economía cada vez más sofisticada».
«Preparar una gran ciudad para un gran acontecimiento tan poco tiempo después de una gran catástrofe natural sería un reto para cualquier país, por muy rico que sea», añade el analista, refiriéndose al doloroso terremoto de Al Hauz, subrayando que «el hecho de que Marruecos insista en su capacidad para hacerlo es indicativo de que está en alza».
«A diferencia de su vecina Argelia, Marruecos no depende del sector del petróleo y el gas y, como suele ocurrir, esto ha demostrado ser una ventaja: Marruecos tiene una tasa de empleo constantemente más alta, un crecimiento en aumento y unas tasas de inversión extranjera directa en trayectoria ascendente», señala Snell.
Las empresas aprecian el hecho de que «Marruecos tiene un sistema político estable» bajo el liderazgo de SM el Rey Mohammed VI, lo que, según el analista, «contrasta con la turbulencia y la imprevisibilidad que se observa en el resto del norte de África».
Refiriéndose a la transición de Marruecos hacia las energías verdes, sostuvo que el Reino se ha convertido en «uno de los líderes de África», especialmente en energía solar y eólica.
