Rue20 Español/ Fez
Meryem Ghoua
El turismo es uno de los importantes sectores de cualquier país y es uno de los principales actores del comercio internacional.
De hecho, el sector turístico representa, sin duda, una de las principales fuentes de ingresos de varios países.
La demanda de los turistas de diversos bienes y servicios contribuye al desarrollo de la industria local.
Por consecuencia, Marruecos reabrió su espacio aéreo, ayer lunes, con la esperanza de reanimar y reactivar este sector que, a causa de la pandemia Covid-19, se quedó paralizado.
“Queremos proyectarnos hacia el futuro. Desde este anuncio, todos quieren volver. Vemos que las reservas, efectivamente, aumentan en todos los destinos y son confirmadas por los profesionales. Llevamos varios meses trabajando en un dispositivo de reactivación y reinvención que afecta al desarrollo del turismo interno, que es un elemento muy, muy importante», declaró Hamid Bentahar, presidente de la Confederación Nacional de Turismo.
«El primer mercado del turismo marroquí es, en primer lugar, el de los marroquíes en Marruecos. Y estamos trabajando con las autoridades para reconstruir las rutas aéreas, una a una, para recuperar el lugar que nos corresponde como primer destino del continente africano”, agregó.
Con estas palabras llenas de entusiasmo, se puede decir que el país norteafricano se preparó bien y trabajó duro para la recuperación del sector turístico y el desarrollo de una estrategia atractiva.
Tras varias declaraciones, deseos y planes llega la hora de trabajar porque hay personas que han sido afectadas por las decisiones del cierre repentino de las fronteras.
“Tenemos una empresa y nos ha supuesto un problema muy gordo este nuevo cierre porque no hemos podido seguir haciendo los tejidos y nosotros ofrecemos un producto de mucha calidad y la calidad tiene que ser supervisada”, comentó Fran Rodríguez, un empresario que vende ropa a grandes marcas internacionales confeccionadas desde Tánger.
«Mi equipo se ha quedado cojo sin mi presencia», reveló Toha, directora de una escuela destinada a niños que sufren la exclusión social.
Cabe recordar que por culpa de la pandemia, Marruecos pasó una sus peores crisis en el sector turístico.
En fin, a pesar de todo, Marruecos sigue y seguirá siendo una encrucijada de civilizaciones, una fuente de inspiración, una multitud de culturas y tradiciones, un país impregnado de generosidad y símbolo de identidad, un país totalmente capaz de reanimar, reactivar y devolver lo perdido.
