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Ismail El Khouaja
1.659 marroquíes partieron para Siria e Irak, entre ellos 290 mujeres y 628 menores, mientras que 345 combatientes regresaron, según reveló el ministro del Interior, Abdelouafi Laftit.
La mayoría se unieron al ISIS (Daech), el Frente al Nusra y Al Qaeda.
Los datos de la seguridad marroquí indican que 250 combatientes siguen detenidos en la misma región (232 en Siria, 12 en Irak y 6 en Turquía), junto con 138 mujeres, incluidas 134 en los campamentos custodiados por las fuerzas kurdas, además de unos 400 menores, de los cuales se ha confirmado que sólo 153 nacieron en Marruecos.
Así que, se trata de más de 1000 yihadistas en los campamentos de Al-Hol (Irak), de Roj (Siria) y de Ain Issa (Siria) siguen esperando su repatriación, según “L Òpinion” y “Medias24″.
Sin embargo, existen varios obstáculos que impiden su regreso a Marruecos, según el Ministerio del Interior.
Primero está el tema de seguridad. Como se sabe, la mayoría de estas personas está impregnada de la ideología extremista de Daesh, por el cual suponen un riesgo en cuanto a poder difundir su ideología y reclutar a más personas. Además, estas personas se han sometido a formaciones que les posibilitan el manejo de armas, fabricación de artefactos explosivos, preparación de coches bomba, etc.
Segundo, están los asuntos administrativos y diplomáticos. Ante la ausencia de relaciones entre Marruecos y los gobiernos de Siria e Irak queda difícil negociar los traslados.
Tercero, están los asuntos sanitarios. Ante la expansión de la pandemia queda difícil repatriar a estas personas.
Abdellatif Wehbi, jefe de la misión de reconocimiento temporal “para conocer la realidad del sufrimiento de muchos niños, mujeres y ciudadanos marroquíes que están atrapados en algunos focos de tensión como Siria e Irak”, destacó que este expediente es «muy complicado, porque está ubicado en territorio ajeno, y el estado marroquí respeta la soberanía nacional de los países», y «tenemos que contribuir a resolverlo desde lejos”, agregó.
Wehbi, rechaza la idea de quitarles la ciudadanía marroquí a estas personas: «errar es humano, por eso no podemos privarles de la ciudadanía. Hay una ley penal que se puede aplicar «.
Cabe señalar que la situación en los campamentos es lastimosa, sobre todo para las viudas y niños de ex yihadistas sufren violación y abusos, según relatan varios testigos.
Estos yihadistas afincados en los mencionados campamentos esperan una pronta solución del tema de su repatriación, mientras las autoridades marroquíes siguen estudiando la adecuada fórmula para su posible regreso.
