Rue20 ESPAÑOL / MEQUINEZ
Mohamed Charbi
Desde el estallido de la crisis diplomática entre Marruecos y España – desde que el Gobierno español dio acogida a Ibrahim Ghali, presunto líder del Frente Polisario, en el hospital de Logroño –, no han dejado de aparecer las noticias relativas a este conflicto hispano-marroquí.
Cada día salen a la luz decenas de titulares periodísticos digitales que hablan de Marruecos y su diplomacia.
La crisis diplomática se convierte actualmente en el pan de cada día tanto de la prensa española como la marroquí.
La mayoría de estos periódicos de España, por desgracia, no se atreven a llamar al pan pan y al vino vino, dicho de otra forma, no describen las cosas tal como son. Más bien, bailan al compás de las declaraciones del Ministerio de Asuntos Exteriores de su país.
En esta crisis diplomática entre Marruecos y España, en vez de hablar del porqué de la acogida del líder del frente Polisario por parte de España y tratar el tema de manera lógica y profesional, se enfocan única y exclusivamente en la cuestión migratoria, como si fuera el tema central del problema y la manzana de la discordia de la crisis diplomática entre Rabat y Madrid.
Es una estrategia mediática usada por algunos periodistas españoles con el fin de desviar la opinión pública del meollo de la cuestión, la cuestión del Sáhara.
En declaraciones anteriores del Ministerio de Asuntos Exteriores de Marruecos, Rabat lo ha aclarado todo: «las legítimas expectativas de Marruecos van más allá: comienzan con una aclaración, sin ambigüedades, por parte de España, de sus elecciones, sus decisiones y sus posiciones».
Sin embargo, cada vez que Marruecos sale con un comunicado para aclarar las cosas, los medios de comunicación de España o bien cambian de disco o bien recurren al tema del “chantaje”.
Para ellos, todo lo que hace y dice Marruecos es chantaje.
Al echar un vistazo, por ejemplo, a los titulares periodísticos españoles, nos damos cuenta de que casi todos, con la excepción de algunos pocos periódicos que optan por la neutralidad, hacen alusión al chantaje.
Como botón de muestra, podemos dar los siguientes ejemplos: “El triple chantaje de Marruecos a España: la lucha contra el yihadismo, Cataluña y la inmigración”; “Marruecos sigue con chantajes y amenazas”; “Los días del chantaje de Mohamed VI: un mes después”; “¿Nos puede invadir Marruecos en tiempo récord? ”; “La invasión de Ceuta con niños”; “El chantaje de Marruecos es a toda Europa”; “La suspensión de la Operación Paso del Estrecho, un nuevo chantaje de Marruecos”;…
Consideran como chantaje la advertencia del ministro de Exteriores marroquí cuando dijo en un comunicado oficial: «No podemos luchar contra el separatismo en casa y fomentarlo en casa del vecino».
Para la prensa española, la entrada masiva de marroquíes por la frontera de Ceuta y Melilla es un flagrante chantaje también. Para colmo, hay quien dice que dicha entrada es una invasión (o marcha negra) organizada por Marruecos intencionadamente.
Dicen también que Marruecos, a través del Ministerio de Asuntos Exteriores, lanza tres amenazas principales a España como parte de su estrategia de presión con el Sáhara: la inmigración ilegal, la lucha contra el yihadismo y Cataluña.
El último chantaje marroquí, según la prensa española, ha sido vetar a España en la Operación Paso del Estrecho (OPE), que organiza Marruecos durante el verano de cada año.
Sobre el caso Ghali, dicen que es «solo una excusa» de Marruecos para intentar ajustar cuentas en una última frustración de que nadie de la comunidad internacional haya seguido los pasos de Trump, en referencia al reconocimiento de EEUU de la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara.
En síntesis, muchos periodistas españoles mienten sobre Marruecos y no ofrecen al lector la información correcta y real. Lo que han escrito no tiene nada que ver con la realidad.
Durante esta crisis marroquí-española, algunos han demostrado su falta de profesionalidad a la hora de cubrir las noticias sobre Marruecos.
Estos periodistas sólo pretenden distorsionar y dañar la imagen de Marruecos ante la opinión pública europea en general y ante la española en particular.
Deberían saber que Marruecos está consiguiendo éxito tras éxito a nivel diplomático y político en cuanto a la cuestión del Sáhara y que sus artículos no van a poder cambiar nada.
Deberían saber que la cuestión del Sáhara es una de las causas sagradas para todo el pueblo marroquí.
Deberían informar clara y profesionalmente sobre Marruecos y España, y tratar de fomentar las relaciones bilaterales entre ambos pueblos vecinos en vez de echar leña y aceite al fuego.
