Rue20 Español/Rabat
Reino Unido ha vuelto a ser el centro de atención como uno de los países europeos que se espera que siga los pasos de Francia y anuncie una postura avanzada a favor de Marruecos en la cuestión de su Sáhara.
Hay muchos factores que hacen que Reino Unido esté más cerca de hacerlo, especialmente después de la decisión de su Tribunal Supremo que considera que los acuerdos que Londres firma con Rabat, incluyendo el Sáhara, no violan ninguna ley británica.
Las expectativas de que Reino Unido adopte una postura avanzada en la cuestión del Sáhara marroquí han aumentado en los últimos tiempos, tras la visita de Estado «histórica», según la prensa francesa, que el presidente Emmanuel Macron realizó a Marruecos entre el 28 y el 30 de octubre, en la que renovó el apoyo de París a la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara al afirmar que «para Francia, el presente y el futuro del Sáhara se inscriben bajo la soberanía marroquí».
Coincidiendo con esa visita, Andrew Andrew Murrison, diputado conservador en la Cámara de los Comunes (Parlamento británico), fue una de las voces británicas que instó explícitamente a Londres a adoptar una postura similar a la de sus aliados, París y Washington, en la cuestión del Sáhara, considerando que el plan de autonomía presentado por Marruecos para resolver el contencioso regional sobre su integridad territorial es «la única opción creíble» para una solución definitiva a este asunto.
Según la agencia MAP, Murrison, que ha ocupado varios cargos ministeriales, incluido el de Defensa, dijo que Francia, Estados Unidos, España, Holanda, Alemania y muchos otros países de África, Oriente Medio y otras partes del mundo apoyan el plan de autonomía marroquí, calificándolo como «la única base» para resolver este conflicto artificial que se ha prolongado durante demasiado tiempo.
Murrison cree, según la misma fuente, que el apoyo británico al plan de autonomía marroquí es «esencial» para que el Reino Unido pueda reforzar sus relaciones con Marruecos, que se remontan a más de ocho siglos, señalando que los últimos acontecimientos y la evolución del panorama geopolítico mundial «hacen que la postura británica actual sea inaceptable e incompatible» con el interés nacional del Reino Unido.
Aunque la postura actual de Reino Unido sigue siendo «neutral», algunos indicios y acontecimientos apuntan a que Londres se está acercando a la adopción de una postura favorable a Marruecos en la cuestión del Sáhara.
Entre estos indicios se encuentra el apoyo del actual gobierno de Londres, liderado por Keir Starmer, el pasado mes de agosto, al acuerdo de asociación comercial que une al Reino Unido con Marruecos y que incluye el territorio del Sáhara.
Esta postura se reveló a través del sitio web oficial de la Cámara de los Lores británica, donde el nuevo Gobierno británico respondió a una pregunta del parlamentario Ben Lake dirigida al Ministro de Asuntos Exteriores, sobre si había mantenido conversaciones con su homólogo marroquí sobre el comercio de recursos naturales procedentes del Sáhara.
La respuesta del Ministerio de Asuntos Exteriores británico, a través del diputado laborista Hamish Falconer, fue: «No consideramos que la actividad comercial en el Sáhara Occidental sea ilegal», añadiendo que el Reino Unido sigue apoyando los esfuerzos de las Naciones Unidas y del enviado de la ONU para el Sáhara, Staffan de Mistura, y «seguimos animando a la participación constructiva en el proceso político».
Esta respuesta del nuevo Gobierno británico indica que mantiene su postura neutral, aunque con una mayor inclinación hacia las relaciones con Marruecos en el ámbito comercial que incluye el territorio del Sáhara marroquí.
Por lo tanto, no se espera que Londres cambie su postura sobre la cuestión del Sáhara a favor del Polisario, como éste esperaba.
Algunos partidarios del Frente Polisario habían expresado esperanzas optimistas sobre la llegada al poder de los laboristas de izquierda en Reino Unido, ya que miembros del actual partido laborista británico habían declarado su apoyo al Frente Polisario separatista. Sin embargo, la última postura del Gobierno ha decepcionado profundamente al Polisario.
Cabe destacar que el Tribunal de Apelación de Londres desestimó una solicitud de apelación presentada por organizaciones no gubernamentales que apoyan al Polisario, «WSC», en relación con una decisión anterior del Tribunal Administrativo que desestimaba su solicitud de anulación del acuerdo de asociación que une a Marruecos y Reino Unido desde el 30 de diciembre de 2020.
La decisión del Tribunal de Londres es de suma importancia; ya que viene de un Tribunal Superior británico que confirmó la sentencia administrativa de desestimar la solicitud de anulación del acuerdo de asociación entre Reino Unido y Marruecos.
Es una sentencia definitiva que ha adquirido la autoridad de cosa juzgada, y ha entrado en el fondo del asunto al desestimar las peticiones del Polisario, sin limitarse a la forma, lo que anula cualquier alegación de representación, cualificación e interés por igual.
La sentencia de apelación que desestima la solicitud es también vinculante para todas las instituciones británicas, incluida la ejecutiva, debido a la posición superior que ocupa el poder judicial en Reino Unido, que obliga al resto de instituciones a respetar sus decisiones y a adaptar su comportamiento y acciones a esta jurisprudencia, que se ha convertido en una norma general, y en aras del principio de legalidad.
El efecto de la ejecución de la sentencia y la decisión del Tribunal británico se extiende a la política exterior de Reino Unido, porque se ha convertido en un título de verdad. Por lo tanto, Londres está obligada a tratar a Marruecos con respeto a su plena soberanía, y a celebrar con él acuerdos cuyo ámbito y alcance de aplicación se extiendan a todo el territorio marroquí, incluido el Sáhara marroquí.
