Rue20 Español/ Naciones Unidas
La ciudad marroquí de Fez, que acogió recientemente el Foro Mundial de la Alianza de Civilizaciones de las Naciones Unidas, ha sido durante siglos un crisol de religiones y culturas, según informó el servicio de prensa de la ONU en su página web.
En un artículo sobre la capital espiritual del Reino publicado el domingo, el sitio de la ONU señala que el cementerio judío de Fez, de 200 años de antigüedad, simboliza la coexistencia armoniosa de las diversas comunidades de la ciudad.
«Aquí vivíamos en armonía. No había tensión. Todos sabíamos que éramos judíos, musulmanes o católicos, y nunca tuvimos ningún problema al respecto», declaró Johanna Devico Ohana, una judía que mantiene el cementerio, citada por el servicio de prensa de la organización internacional.
La misma fuente indica que el padre de Johanna Devico Ohana, que tuvo que abandonar el país para recibir tratamiento médico, le pidió a Johanna, antes de morir, que le hiciera una promesa: «Si alguna vez muero en Francia, insistió, tráeme de vuelta a Fez».
«También le pidió que se ocupara del cementerio judío, que él había cuidado durante mucho tiempo. Su hija aceptó ambas peticiones y ahora su padre está enterrado en el cementerio, que ella a su vez mantiene», precisa el portal. «Mi padre era un enamorado de Marruecos y un enamorado de Fez», dijo Ohana, que nació y creció en la ciudad.
El cementerio judío, situado en el Mellah, se distingue por sus tumbas semicilíndricas, que evocan la historia de la floreciente comunidad judía en Marruecos, señala la misma fuente.
