Rue20 Español/Nueva York
El embajador representante permanente de Marruecos ante las Naciones Unidas, Omar Hilale, ha destacado en Nueva York que «la propuesta argelina de partición del Sáhara marroquí es un desahogo habitual a sus reveses diplomáticos».
En una rueda de prensa celebrada tras la adopción por el Consejo de Seguridad de la resolución sobre el Sáhara marroquí, Hilale ha reaccionado al debate suscitado por la propuesta argelina de partición, presentada por el Enviado personal, Staffan de Mistura, a los miembros del Consejo durante las consultas a puerta cerrada del 16 de octubre de 2024.
El embajador Hilale ha expuesto tres elementos para comprender mejor la posición de Marruecos y cerrar así el debate sobre una propuesta argelina nacida muerta.
En cuanto a la autoría política de esta propuesta, el embajador ha revelado que «ni el antiguo Enviado personal, James Baker, ni el actual, Staffan de Mistura, han sido los originarios de esta idea de partición. No eran más que mensajeros de Argelia».
El representante permanente de Marruecos ha recordado que esta idea, lejos de ser nueva, fue presentada inicialmente por el difunto expresidente argelino Abdelaziz Bouteflika el 2 de noviembre de 2001, durante su encuentro con Baker en Houston.
Esta propuesta fue reafirmada por el antiguo Representante permanente argelino en Nueva York, Abdellah Baali, en su carta al presidente del Consejo de Seguridad del 22 de julio de 2002, ha indicado, señalando que veintidós años después, esta misma propuesta fue susurrada a De Mistura durante su última visita a Argel a principios de año.
En cuanto a las razones que han llevado a Argelia a presentar su propuesta de partición en 2001 y en 2024, el embajador Hilale las ha vinculado al contexto regional e internacional que rodea la evolución de la cuestión del Sáhara marroquí, explicando que Argelia utiliza la partición como un desahogo cada vez que se encuentra a la defensiva en el plano diplomático, buscando sustraerse a las presiones internacionales como parte principal en este contencioso regional.
Así, en 2001, la presentación de la partición se produjo tras el informe del Secretario General de las Naciones Unidas del 17 de febrero de 2000, declarando la inaplicabilidad del plan de arreglo y enterrando definitivamente el referéndum, caro a Argelia, y su rechazo al acuerdo marco presentado, en junio de 2001, por Baker, ha señalado Hilale, precisando que el objetivo de la maniobra argelina era atenuar el impacto negativo tanto de su rechazo al plan de Baker como la frustración causada por el entierro del plan de arreglo.
El embajador ha señalado que en 2024, Argelia se ha encontrado de nuevo a la defensiva tras sus reveses diplomáticos de los últimos años.
Argelia ha sufrido las presiones de las sucesivas resoluciones del Consejo de Seguridad, instándola precisamente a volver a su lugar en las mesas redondas, así como el impacto diplomático de los reconocimientos de la marroquinidad del Sáhara por parte de Estados Unidos y Francia, y el amplio apoyo internacional a la Iniciativa marroquí de autonomía, en particular por la mitad de los países miembros de la Unión Europea, reforzado por la apertura de una treintena de consulados en El Aaiún y Dajla, ha dicho, añadiendo que este país ha buscado pues una salida para salir de su aislamiento actualizando su propuesta de partición entregada a De Mistura.
En cuanto a la reacción de Marruecos a la propuesta argelina, el embajador Hilale ha recordado la respuesta clara, firme e inequívoca del ministro de Asuntos Exteriores, Nasser Bourita: «la soberanía de Marruecos sobre su Sáhara y su integridad territorial nunca han estado sobre la mesa de negociaciones».
En este sentido, ha martillado que el regreso del Sáhara a su madre patria es irreversible, llamando a Argelia y al Enviado personal a no olvidar nunca que 35 millones de marroquíes han hecho el juramento de fidelidad a la Marcha Verde ante el difunto SM el Rey Hassan II, y que los jefes de las tribus saharauis han expresado su lealtad, al igual que sus antepasados, a los Soberanos marroquíes, el difunto SM el Rey Hassan II y Su Majestad el Rey Mohammed VI.
Por último, Hilale les ha recordado la sangre derramada y los sacrificios consentidos por las valientes Fuerzas Armadas Reales en la defensa y preservación del Sáhara en el seno de la madre patria.
Por todas estas razones, ha concluido, el Reino rechaza toda partición, incluso de un solo grano de arena del Sáhara marroquí.