Rue20 Español/ Rabat
En una contundente intervención durante la sesión de la Cuarta Comisión de la Asamblea General de las Naciones Unidas, el embajador de Marruecos ante la ONU, Omar Hilale, denunció las contradicciones y la postura conflictiva de Argelia con respecto a la cuestión del Sáhara marroquí. Refiriéndose a la actitud de su homólogo argelino, Amar Benjama, Hilale no dudó en calificar la obsesión de Argelia con este tema como una «patología esquizofrénica», sugiriendo que el país está atrapado en una lógica de conflicto perpetuo.
Hilale criticó el doble discurso de Argelia, que por un lado se presenta como neutral en el conflicto del Sáhara, pero por otro interviene constantemente en la discusión, intentando dar lecciones sin participar directamente en las instancias clave, como el Consejo de Seguridad, que tiene la autoridad para negociar una solución política. El embajador marroquí destacó la «extraña» actitud de Argelia, que parece evitar el diálogo en los foros adecuados para abordar la cuestión del Sáhara, mientras prefiere actuar en comisiones donde su voz tiene menor impacto en la toma de decisiones.
Además, Hilale desmontó el argumento de la existencia de un «pueblo saharaui» utilizado por Argelia, afirmando que no existe tal entidad, sino que hay poblaciones saharauis, una parte de las cuales se encuentra retenida en los campamentos de Tinduf, controlados por el Frente Polisario y las fuerzas argelinas. Con ironía, desafió a su homólogo a definir el término «pueblo», algo que ni siquiera la Comisión de Derechos Humanos de la Unión Africana ha logrado hacer.
En su discurso, Hilale también hizo hincapié en el Plan de Autonomía propuesto por Marruecos, respaldado por el Consejo de Seguridad de la ONU, como la única solución política viable para alcanzar un consenso duradero y pragmático. Señaló que solo a través de las mesas redondas y la participación de todas las partes involucradas se podrá alcanzar la paz y la estabilidad en la región.
La intervención de Hilale reafirma la posición de Marruecos como un actor comprometido con una solución política realista, mientras acusa a Argelia de obstaculizar cualquier avance en favor de una estrategia basada en la confrontación.
