Rue20 Español/ Rabat – Adil Ourabai* Director general
Una vez más, el mundo ha sido testigo de la falsedad de la «neutralidad» que la maquinaria de mentiras del régimen militar argelino ha proclamado durante tanto tiempo respecto a la cuestión del Sáhara marroquí en los foros internacionales.
Tras el fracaso de todas las estrategias de chantaje y presión sobre España, que hace dos años reafirmó su apoyo al plan de autonomía bajo soberanía marroquí en el Sáhara, el régimen militar argelino vuelve a engañar al pueblo argelino con un nuevo acto de manipulación, anunciando la retirada de su embajador en París.
Los observadores de la política argelina constatan, día tras día, que la camarilla gobernante está llevando al pueblo argelino al abismo, priorizando las consideraciones históricas e ideológicas de los generales del ejército en detrimento del futuro, el desarrollo y el bienestar del pueblo argelino, histórica y geográficamente vinculado a su vecino marroquí.
España no cedió al chantaje y la presión durante más de dos años, y París tampoco cederá ante los mismos métodos adoptados por los generales del régimen militar que gobierna con mano de hierro desde el Palacio de El Mouradia.
Todos saben que Estados Unidos fue el primer gran país en reconocer explícita y oficialmente, por medio de su presidente, la soberanía marroquí sobre el Sáhara y todos sus territorios. Sin embargo, el régimen militar que gobierna en Argelia no se atrevió a expresar ninguna opinión, limitándose a replegarse. No retiró a su embajador, no cortó las relaciones, ni siquiera emitió un comunicado de condena o pesar.
Lo mismo sucedió con otros países hermanos, como todos los Estados miembros del Consejo de Cooperación del Golfo, que han expresado repetidamente su apoyo incondicional a la soberanía del Reino de Marruecos sobre todos sus territorios. Del mismo modo, la Liga Árabe no adoptó el plan del régimen argelino durante la cumbre celebrada en Argelia, un intento de los generales militares contra Marruecos que fue rotundamente rechazado.
Los éxitos diplomáticos bajo el liderazgo de Su Majestad el Rey en el continente africano han convertido a Argelia en un Estado paria, sin apoyo alguno. En contraste, decenas de países africanos, árabes y de América Latina han abierto representaciones consulares en las principales ciudades del Sáhara marroquí, y el réprobo régimen militar argelino no ha podido retirar a sus embajadores de estos países ni criticar sus decisiones soberanas. Se encuentra cada vez más aislado, hasta el punto de que un día nos sorprenderá anunciando oficialmente el reconocimiento de la soberanía marroquí sobre el Sáhara, una decisión que Marruecos no necesita ni hoy ni mañana.
*Director general de Rue20
