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Ismail El Khouaja
La estabilidad política y el desarrollo económico que conoce el Reino de Marruecos está en el punto de mira de los grandes inversores internacionales, sobre todo los del sector automóvil.
La empresa japonesa «Yazaki», especializada en la producción de autopartes, ha oficializado, hoy martes, su salida de Túnez y el traslado de dos proyectos suyos a Marruecos.
Estos proyectos prometían crear 5.000 puestos de trabajo en Túnez, una pérdida que, según fuentes locales, se atribuye a las turbulencias políticas que vive el país magrebí hoy en día.
La decisión de Yazaki se produjo unos meses después de que la surcoreana Hyundai Motors anunciara que congelaría sus actividades en Argelia y trasladaría sus proyectos automotrices a Marruecos, debido a la incertidumbre que conoce el sector automóvil, así como la crisis interna que atraviesa el país.
Cabe destacar que el grupo japonés “Yazaki”, que posee tres filiales en Marruecos “Yazaki Kenitra”, “Yazaki Maroc Tanger” y “Yazaki Morocco Meknès”, anunció el año pasado su intención para establecer una cuarta fábrica automóvil en Kenitra.
