Rue20 Español/ Mequínez
Ennaji El Faiq
El Reino de Marruecos y el Reino de España han logrado poner punto final a sus crisis cíclicas con la inauguración de una nueva etapa inédita en sus relaciones bilaterales.
No estamos descubriendo ninguna novedad si decimos que esta nueva etapa sin precedentes ya está repercutiendo -y seguirá repercutiendo- positivamente en la cooperación multilateral entre ambos países.
De ahí que podamos vaticinar un futuro prometedor en las relaciones hispano-marroquíes.
En este sentido, la sonrisa ya ha comenzado a volver a varios sectores clave de los dos países, como por ejemplo, el sector diplomático, económico, comercial, social, cultural, etc.
Todos los ciudadanos de ambos países están muy felices por esta reconciliación hispano-marroquí que, sin duda alguna, redundará en beneficio del acercamiento y entendimiento mutuo de los dos pueblos.
La apuesta de Rabat y Madrid por mejorar sus relaciones bilaterales es seria y muy sólida, son conscientes de los cambios sustanciales en el contexto regional e internacional.
Las elecciones y las relaciones hispano-marroquíes
La nueva relación entre ambos países vecinos, amigos y socios es tan sólida y fuerte que nadie podrá cambiar o mover.
Esta etapa inédita iniciada por Rabat y Madrid no es ni será rehén de nada y de nadie.
Los resultados de las elecciones municipales, autonómicas o generales de España no podrán cambiar el nuevo rumbo y el camino recto de las relaciones hispano-marroquíes del siglo XXI.
Estas relaciones van a permanecer inalteradas independientemente de los partidos políticos en el poder.
Estas nuevas relaciones están apoyadas y protegidas por las Casas Reales de ambos países. Nadie se atrevería a dañarlas o cambiarlas.
Los grandes jefes de ambos países no permitirán a nadie dar al traste con estas nuevas relaciones construidas después de enormes esfuerzos desplegados por las autoridades de Marruecos y España, especialmente por los Reyes de los dos países.
Por su parte, la Sociedad Civil española y marroquí tampoco escatimarán esfuerzo alguno para protegerlas de cualquier ataque partidista y electoral.
La inmensa mayoría de los españoles están aplaudiendo esta reconciliación hispano-marroquí. Sin embargo, como no hay regla sin excepción, todavía existen algunas voces partidistas y mediáticas que lo afean todo y lo ven todo negro. Con estas críticas vacías y deconstructivas pretenden obtener más votos en las elecciones.
Algunos partidos políticos y medios de comunicación españoles han intentado y siguen intentando, en vano, restar importancia a la nueva etapa hispano-marroquí.
El Sáhara marroquí y España
Durante el pasado mes de marzo de 2022, el Presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, envió una carta al Rey Mohammed VI, subrayando que «reconoce la importancia de la cuestión del Sáhara para Marruecos» y que «España considera la iniciativa marroquí de autonomía, presentada en 2007, como la base más seria, creíble y realista para la resolución de este diferendo».
De igual modo, Sánchez destacó en la misma carta que «los dos países están indisolublemente unidos por afectos, una historia, una geografía, intereses y una amistad compartida».
«Nuestro objetivo es el de construir una nueva relación, basada en la transparencia y la comunicación permanente, el respeto mutuo, y el respeto a los acuerdos firmados por ambas partes, la abstención de toda acción unilateral para estar la altura de la importancia de todo lo que compartimos», afirmó el Presidente del Gobierno español en su mensaje al Soberano marroquí.
Esos partidos políticos españoles, que no saben hacer otra cosa que criticar, deberían saber que ésta es una decisión de Estado, fija, incambiable, inalterable,… y no es una decisión que viene sólo del PSOE.
España nunca cambiará su posición positiva sobre la marroquinidad del Sáhara. Es una posición oficial. Es irreversible.
En este contexto, insistimos en que los verdaderos partidos políticos son aquellos grupos que trabajan por su patria, por la paz, por la seguridad, por la prosperidad,…
Las ideologías que no conducen a estos objetivos son ideologías inútiles que no pueden ofrecer nada ni a su país ni a sus compatriotas.
Los partidos que llaman a la ruptura, a la guerra, a los conflictos en vez de la reconciliación, la paz y la seguridad, y que sólo piensan en las elecciones, no son partidos… son otra cosa.
No tiene ningún sentido criticar por criticar o criticar por conseguir más votos en las elecciones. Las críticas destructivas nunca han sido buenas. Es más fácil destruir que construir.
En pocas palabras, queramos o no, Marruecos y España son vecinos, amigos y socios, y nunca dejarán de serlo pese a las maniobras partidistas y mediáticas.
La geografía nos obliga a ser buenos vecinos, la historia nos obliga a ser buenos amigos, la economía nos obliga a ser buenos socios y la humanidad nos obliga a ser buenos hermanos.
Tal como dijo el 35° presidente de los Estados Unidos, John F. Kennedy: «La geografía nos ha hecho vecinos. La historia nos ha hecho amigos. La economía nos ha hecho socios y la necesidad nos ha hecho aliados. Aquellos a quienes Dios ha unido tan juntos, que ningún hombre los separe».
Hay que saber conservar los logros alcanzados hasta ahora en las relaciones entre Marruecos y España. Los dos países están decididos, hoy más que nunca, a seguir consolidando sus relaciones de cooperación y de amistad.
