Rue20 Español/Rabat
Zakariae Alem
La selección marroquí terminó su concentración de marzo después de haber jugado dos partidos amistosos, logrando una victoria contra Angola y un empate con Mauritania.
No obstante, los jugadores de Marruecos no lograron marcar ningún gol, a pesar de la victoria 1-0 contra Angola. El único gol llegó después de un fallo del defensor angoleño Carmo, que marcó en su propia portería.
Gracias a la calidad de Brahim, Ounahi, Ben Seghir, Ziyech… la selección marroquí creó muchas ocasiones, pero no terminaron de aprovecharlas. Estas ocasiones casi siempre venían desde el juego abierto, no de balones parados.
La presión que impuso Marruecos a la selección angoleña y Mauritana se tradujo en una gran cantidad de balones parados a favor de Brahim y sus compañeros, sobre todo faltas y saques de esquina.
A parte de los lanzamientos directos de faltas, pocos balones parados tuvieron peligro. Además, no vimos estrategias claras ni en los córners ni en las faltas lanzadas al área buscando un remate en el área.
Las jugadas de estrategia son armas muy importantes en el fútbol moderno. No obstante, el seleccionador marroquí Walid Regragui no ha encontrado todavía una forma clara de aprovechar los balones parados.
El tiempo que tiene un seleccionador con sus jugadores es limitado, pero siempre se dedica una parte de las sesiones de entrenamiento para trabajar estrategias, que en muchas veces resultan ser decisivos en los partidos. Se trata de otra asignatura pendiente para Walid Regragui, sobre todo cuando juega contra selecciones africanas que se atascan en defensa.
La próxima concentración de los ‘Leones del Atlas’ será para enfrentar los retos serios ya. La selección marroquí jugará contra Zambia y Congo en las jornadas tres y cuatro de la Clasificación de la CAF para la Copa Mundial de Fútbol de 2026 y debe estar preparada en todos los sentidos para no cometer los mismos errores.
