Rue20 Español/ Fez
Walid El Moumen
La decisión del gobierno marroquí de confiscar tres edificios propiedad del Estado argelino en la capital marroquí, Rabat, para incluirlos en la lista de propiedades que serán expropiadas con el fin de ampliar el Ministerio de Asuntos Exteriores, ha generado un malestar en Argelia.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Argelia condenó el plan, describiendo la decisión de Marruecos como un «acto de robo», según un comunicado de Exteriores de Argelia. El régimen argelino, con ello, difunde mentiras con el fin de manipular la opinión pública.
En este sentido, fuentes oficiales marroquíes, según menciona Assahifa, confirmaron que el comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores de Argelia contiene afirmaciones erróneas. Las propiedades, según la misma fuente, fueron originalmente un regalo del Reino de Marruecos a la República de Argelia.
Estas propiedades fueron ofrecidas como un gesto de amistad en 1988, durante un período de normalización de relaciones entre ambos países después de una larga ruptura política debido al conflicto del Sáhara.
Según la misma fuente, el origen de este regalo marroquí a Argelia se remonta al año 1988, cuando se produjo la normalización de las relaciones entre ambos países y un encuentro entre el difunto rey Hassan II y el fallecido presidente argelino, Chadli Bendjedid, después de 12 años de distanciamiento político.
Además, la decisión de ampliar el Ministerio de Asuntos Exteriores se remonta esencialmente a antes de 2008, cuando los dos países acordaron trasladar la sede de la embajada de Argelia desde la zona de «Challa» hacia la calle «Mohammed VI» en la ruta de Zair, donde el metro cuadrado del inmueble equivale a millones en comparación con la antigua sede.
Lo más sorprendente para «Assahifa» es que esta nueva embajada fue construida con el propio dinero del SM el Rey Mohammed VI, quien donó alrededor de 5000 metros cuadrados de terreno para la construcción de la nueva embajada argelina en Rabat, como muestra de buena voluntad hacia las relaciones bilaterales.
Aunque se acordó previamente que Argelia desalojaría el antiguo edificio y lo entregaría a Marruecos, han pasado 16 años desde el acuerdo inicial y la entrega aún no ha tenido lugar, lo que ha generado fricciones adicionales entre los dos países.
Marruecos, según las mismas fuentes, insiste en su derecho a solicitar la desocupación de todas las propiedades adyacentes al Ministerio de Asuntos Exteriores, incluidas aquellas donadas a Argelia en el pasado, como parte de un proceso de reurbanización en la zona de «Challa», subrayando que «dichos edificios están prácticamente desiertos y que Marruecos tiene derecho a exigir la evacuación de todas las sedes adyacentes a su Ministerio de Asuntos Exteriores».
Marruecos ha exigido en repetidas ocasiones a Argelia, desde el traslado de su embajada a una nueva dirección, que le entregue la antigua sede, según el acuerdo en virtud del cual se le concedió el inmueble donde se ubicará su nueva embajada. Sin embargo, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Argelia se negó a implementar el acuerdo y «politizó esta decisión», considerándola una provocación y una violación de la Convención de Viena.
