Rue20 Español/Rabat
Machij El Karkri, miembro de la oficina política del Partido Unión Socialista de Fuerzas Populares, afirmó que el camino de 20 años de Marruecos de derechos, que comenzó con la Instancia Equidad y Reconciliación, es el que ha culminado en la presidencia de Marruecos del Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
El Karkri añadió, en declaraciones a «𝑅𝑢𝑒20 𝐸𝑠𝑝𝑎ñ𝑜𝑙», que la elección de Marruecos por parte de 30 de los 47 miembros para presidir el Consejo; considerado uno de los mecanismos internacionales más importantes, grandes y creíbles especializados en la supervisión y protección de los derechos humanos a nivel internacional, es un reconocimiento y una coronación de un largo camino que comenzó en 2004, cuando el rey Mohammed VI decidió fortalecer los derechos humanos a través de la Instancia Equidad y Reconciliación; a la que se le encomendó ayudar a las víctimas de violaciones graves de los derechos humanos, desde desapariciones forzadas o detenciones arbitrarias, y todos los asuntos relacionados con los derechos y libertades políticas y civiles.
El político marroquí agregó que se trata de “un camino que culminó con la aprobación de la Constitución de 2011, en su segundo capítulo, con una gran generación de libertades y derechos fundamentales, y la singularización del artículo 161 del importante papel del Consejo Nacional de Derechos Humanos, al que la ley 76.5, promulgada en 2018, le encomendará la misión de proteger y promover los derechos humanos, de acuerdo con los Principios de París y Belgrado.
Se puede considerar que la práctica convencional del Reino de Marruecos es de gran importancia, ya que ha ratificado nueve convenciones y seis protocolos opcionales, que se refieren a los derechos civiles y políticos, la mujer y el niño, la migración y la eliminación de todas las formas de discriminación […]. Marruecos también ha trabajado para fortalecer la cooperación con el sistema de las Naciones Unidas para los derechos humanos y reforzar las garantías legales para la efectividad de los derechos y la transición hacia políticas públicas para garantizar el disfrute, el respeto y la promoción de los derechos humanos […]», afirma el miembro de la oficina política del Partido Unión Socialista.
El Karkri habló sobre la revisión del historial de Marruecos en materia de derechos humanos por parte del Grupo de Trabajo del Examen Periódico Universal del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en cuatro ocasiones [2008/2012/2017/2023]; una oportunidad que permitió a la comunidad internacional conocer la evolución de la práctica convencional de Marruecos y su ratificación del núcleo duro del conjunto de convenciones internacionales. Además, la última revisión contó con importantes interacciones con el informe marroquí, lo que se reflejó en el volumen de recomendaciones presentadas al respecto —más de 300 recomendaciones, de las cuales Marruecos aceptó 232—; amén de la interacción parcial de Marruecos con una serie de cuestiones espinosas, como la pena de muerte —cuya ejecución está suspendida desde 1993—, o el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional.
El Karkri concluyó su declaración afirmando que Marruecos, que cree en la universalidad de los derechos y las libertades, es el cuarto país africano y el primer país árabe que cuenta con la confianza de la comunidad internacional y es elegido para presidir el Consejo de Derechos Humanos de la ONU. Asimismo, su implicación en la economía verde lo convierte en un líder en el apoyo a las nuevas generaciones de derechos humanos, encabezadas por el derecho al desarrollo.
La presidencia de Marruecos del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas es una oportunidad para cerrar, definitivamente, todas las formas de enfrentamiento con las partes que buscan menospreciar el esfuerzo nacional; así como para situar al sistema de las Naciones Unidas ante sus responsabilidades para poner fin a todas las formas de violaciones y arbitrariedades en varias regiones del mundo, la primera de ellas Tinduf, sometida al dominio de los militares argelinos y su ahijada, las milicias del Polisario; con el fin de proteger a los niños, las mujeres y los inmigrantes de todas las formas de explotación atroz que atentan contra su dignidad y humanidad.
