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El proyecto de gasoducto Nigeria-Marruecos es la encarnación de una visión prospectiva destinada a desarrollar una gran región del continente africano, en un marco de integración y complementariedad, afirmó la directora general de la Oficina Nacional de Hidrocarburos y Minas (ONHYM), Amina Benkhadra.
El proyecto parte de una ambiciosa visión compartida por el Rey Mohammed VI y el Presidente de Nigeria, Muhammadu Buhari, para el desarrollo de una gran región que comprende 16 países, así como para proporcionar energía limpia y competitiva a la población y garantizar un desarrollo dinámico en diversos sectores, encabezados por el agrícola, explicó en una intervención, el jueves en Ginebra, durante una mesa redonda sobre la energía en África, organizada en el marco de las actividades del Foro Crans Montana.
Se trata de un proyecto crucial para la integración del continente, que sitúa la energía en el centro de los proyectos nacionales de desarrollo, precisó Benkhadra durante la reunión, en la que participaron expertos europeos del sector energético, que manifestaron su interés por conocer las distintas fases del proyecto, sus mecanismos de ejecución y sus dimensiones de financiación y desarrollo.
Benkhadra se congratuló de la interacción positiva con el proyecto, como demuestra la progresiva implicación de los países interesados, y añadió que se están elaborando acuerdos bilaterales y se está trabajando en la implantación de un sistema de gobernanza global para el proyecto y sus mecanismos de gestión.
Además de alcanzar los objetivos de desarrollo nacional y fomentar las vías de integración continental, el proyecto de gasoducto, que unirá Marruecos con Nigeria, ofrece a Europa una importante oportunidad de diversificar sus importaciones de energía, lo que constituye una apuesta vital en esta delicada situación geopolítica, concluyó.
