Rue20 Español/ Mohammedia
El tiempo y la soledad del régimen militar argelino en decadencia hicieron entrar en razón a los generales argelinos. Las decisiones desproporcionadas e incomprensibles han dejado en evidencia al Gobierno argelino.
La decisión unilateral argelina de suspender el Tratado de Amistad y Cooperación con España el pasado junio tuvo consecuencias contraproducentes. El tiro le salió por la culata al régimen militar.
Tras la suspensión del Tratado de Amistad, Argelia decidió también congelar las operaciones comerciales y bancarias con España. Los argelinos trataron de chantajear, presionar y amenazar a España y la Unión Europea. Pero todo fue en vano. Madrid resistió. La UE respondió con firmeza y contundencia.
Argelia hizo todo eso por vengarse de España tras la decisión histórica de la Moncloa de respaldar el Plan de Autonomía para el Sáhara planteado por Marruecos desde 2007. España sigue apoyando a Marruecos, mientras que Argelia baja el tono y empieza a entrar en razón.
Las decisiones argelinas no tienen razón ni razones. Por eso, «50 días después de que Argel suspendiera el tratado de amistad y cooperación por el cambio de política del Ejecutivo con respecto al Sáhara, las relaciones comerciales entre Argelia y España vuelven a la normalidad», escribió hoy El País.
La congelación de las operaciones bancarias en operaciones provenientes y destinadas a España “ya no se aplica”, “en concertación con los agentes relacionados con el comercio exterior”, según se refleja en una circular de la patronal bancaria argelina (ABEF, en sus siglas en francés).
Cinco días antes, la propia ABEF había mostrado cierta flexibilidad al apuntar a través de otra circular que las transacciones acordadas antes de la suspensión del tratado, el 8 de junio, podrían llevarse a cabo con normalidad, informó la misma fuente.
El desbloqueo de las operaciones bancarias entre Argelia y España permite reanudar las relaciones comerciales entre ambos países, que en 2020 ascendieron a más de 4.500 millones de dólares, agregó.
La fuerte respuesta de la Unión Europea a la decisión obligó al Gobierno argelino a prometer que no cortaría la llave del gas, que responde a casi un 70% de las exportaciones argelinas a España. Esto llevó a Madrid a enfriar sus represalias y prometió no pedir sanciones contra Argel a la espera de que esta levantase la circular, cosa que finalmente ha ocurrido este jueves, explicó.
La medida también se lleva a cabo porque la ruptura de las relaciones comerciales con España estaba provocando problemas en la propia Argelia. La circular del día 23 se debió a las quejas de las autoridades aduaneras, que afirmaron encontrar “dificultades” a la hora de aplicar la legislación, concluyó.
