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Ismail El Khouaja
Tras la posible suspensión del Gasoducto Magreb-Europa (GME), debido a la crisis desatada por el régimen militar argelino al romper unilateralmente las relaciones diplomáticas con Marruecos, así como el cierre del espacio aéreo contra los aviones civiles y militares marroquíes, Marruecos plantea cubrir sus necesidades del gas mediante el flujo a la inversa, es decir desde España
Faltan nada más 10 días y vence el contrato del GME y el régimen militar de Argelia, aunque “aún no se ha tomado ninguna decisión en este sentido”, como dijo el presidente argelino Abdelmajid Tebboune, de momento no da señales positivas respecto a la no renovación del contrato por cuestión extremadamente políticas que comerciales.
En caso de no renovación, Marruecos tiene la intención de utilizar las terminales del Gas Natural Licuado (GNL) en los puertos españoles para revertir los flujos del gas desde España. La Oficina Nacional de Hidrocarburos y Minas (ONHYM) está negociando con la parte española y en la próxima semana habrá reuniones, según informan medios marroquíes.
A principios de mes, el régimen militar prometió al ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, el paso de todo el gas a través de Gasoducto Medgaz. Sin embargo, España está consciente del peligro de apostar por un solo gasoducto que en caso de disfuncionamiento acarreará serios problemas para el gobierno que lleva meses tranquilizando a los españoles el suministro y la reducción de las elevadas tarifas de electricidad que conoce el país ibérico.
Dicho esto, queda patente que la no renovación del gasoducto no esta a favor de nadie. Por lo cual, debe haber reuniones entre las tres partes para sentarse y encontrar soluciones. Tanto Marruecos como España no piensan cerrar el GME. Argelia vive una intensa crisis interna y dejar perder una buena cantidad de dinero no está a su favor.
En el mundo actual, la economía rige la política y la política es el arte de lo imposible, por lo cual hasta el 31 de este mes todo será posible.
