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Walid El Moumen
El apocalipsis de los islamistas marroquíes no tradó en llegar tras una década nefasta y negativa en la presidencia del Gobierno por su mala gestión de los asuntos públicos y privados.
Las mentiras y los discursos irreales del partido de Justicia y Desarrollo (PJD) favoreció, está vez, a los liberales y a la izquierda.
Todo se volvió contra los islamistas, a los que el partido de la Reagrupación Nacional de Independientes (RNI) derrotó ayer.
El apocalipsis del PJD se ha reflejado, primero, en la derrota histórica, y, segundo, en el comunicado del partido que confirmó, hace minutos, la destitución de la Secretaria General, incluido el presidente del partido y del gobierno en funciones, Saad Eddine El Othmani.
La derrota provocó un seísmo e el seno del partido que llamó a una reunión excepcional de su Consejo Nacional para elegir la nueva directiva en los próximos días.
El desplome electoral del los islamistas fue reflejado también en la derrota de su líder Saad Eddine El Othmani en el distrito de ‘AL Mouhit’ en Rabat. Saad fue incapaz de conseguir un escaño en este distrito.
El fracaso islamista se oye y se huele de lejos. El diario español EL PAÍS ha sido entre los que han sido sorprendipos por el derrumbe de los islamistas del Partido de la Justicia y el Desarrollo (PJD), que había impuesto su dominio sobre las elecciones legislativas anteriores (2011 y 2012).
Una caída que fue esperada desde el lado del pueblo marroquí, ya que solamente pudo lograr 12 escaños de un total de 395 diputados, ocupando así la octava posición en el ranking general.
A pesar de que los independientes ocuparan la primera posición en la clasificación, no pudieron lograr lo que habían alcanzado los islamistas en las dos elecciones anteriores, puesto que obtuvieron hace 5 años 125 escaños, en cambio los del RNI han dominado estas elecciones justo con 97 escaños.
Esto se justificó por el movimiento islamista que apareció en vísperas de la primavera árabe, donde se puede recordar que la mayoría de los pueblos árabes pusieron su confianza en los islamistas, entre ellos, destaca el partido egipcio Libertad y Justicia, liderado por Mohamed Morsi que llegó al poder de Egipto en 2012, así como Túnez que fue liderada por Alghanouchi, quien pertenece al partido islamista Ennahda.
Las cifras fueron reveladas por el Ministerio del Interior a las tres de la madrugada. El partido del ministro de Agricultura y Pesca, Aziz Akhannouch, logró la primera posición con 102 diputados, seguido por el partido Autenticidad y Modernidad (PAM), 82 escaños.
El líder del Movimiento Nacional en la era del difunto Rey Mohamed V, el partido Al-Istiqlal, pudo mantener su tercera posición
que fue lograda en las legislativas de 2016 con 78 diputados. Mientras el cuarto puesto lo obtuvo el partido de la Unión Socialista de Fuerzas Populares (35).
En cuanto al resto, existen el Movimiento Popular (26), el Partido del Progreso y el Socialismo (20) y la Unión Constitucional (18).
Entonces, se puede decir que los independientes eran los campeones de estas legislativas, puesto que pudieron poner fin al dominio de los islamistas que duró más de una década.