Rue 20 Español/Rabat
Jamal Bourfissi
El llamamiento del rey Mohammed VI a Argelia para abrir las fronteras cerradas durante casi tres décadas no fue el primero, ya que el rey ha hecho llamamientos similares en varias ocasiones.
Pero la parte argelina se mantuvo intransigente y prefirió la política de oídos sordos.
El rey Mohammed VI es más consciente que los gobernantes de Argelia de las consecuencias negativas del cierre de las fronteras, que son consecuencias humanitarias, sociales y económicas.
Por eso, siempre repite el mismo llamado a la necesidad de abrir las fronteras entre los dos países.
En el plano humanitario, el cierre de las fronteras constituyó un obstáculo para los ciudadanos de los dos países que tienen vínculos familiares y relaciones sociales y están acostumbrados a moverse libremente entre los dos países. Ahora están excluidos de este movimiento.
A nivel económico, la frontera cerrada representa enormes pérdidas económicas para ambos países.
Los dos países no se benefician de los intercambios comerciales y económicos, lo que contribuye a desperdiciar oportunidades de despegue económico.
Numerosos informes y estudios indican que el Magreb es el menos integrado políticamente y económicamente del mundo.
La proporción de intercambios comerciales dentro de la región es menos del 5 por ciento del comercio exterior total de los países del Magreb.
Esta es una proporción mucho menor que la de todos los demás bloques comerciales regionales del mundo.
Informes anteriores del Fondo Monetario Internacional, incluido un informe de 2018, indicaron que la integración entre los países del Magreb tiene repercusiones económicas positivas, ya que hará que la región sea más atractiva para la inversión extranjera directa y ayudará a reducir los costos del comercio intrarregional, el capital y la mano de obra, y hará que la región sea más atractiva para la inversión extranjera directa Magharebia y sea más resistente a los choques y las fluctuaciones del mercado.
En un momento en el que el mundo está presenciando el crecimiento de bloques políticos y económicos, la región del Magreb permanece al margen por varias razones que tienen que ver con diferencias políticas, lo que desperdicia las posibilidades para lograr
el desarrollo.
Había grandes esperanzas en el proyecto de la Unión del Magreb Árabe para construir un bloque político y económico del Magreb, pero el proyecto nació muerto, debido a las actitudes hostiles de Argelia con respecto a la soberanía territorial de Marruecos.
El fracaso del proyecto, además de su costo económico, tuvo consecuencias negativas para la integración del Magreb, especialmente a nivel social, ya que constituyó la frustración de muchos de los ciudadanos de esta región vinculados por una extensa red social.
