Rue 20 español/Rabat
Jamal Bourfissi
Los partidos políticos en Marruecos continúan presentando sus programas electorales en medio de la campaña electoral que entra en su sexta jornada.
Son muchas las promesas incluidas en estos programas, pero no se cumplen, no porque los partidos renieguen de sus promesas o hagan promesas vacías, sino porque el sistema electoral no permite que un solo partido gane las elecciones, sino que un grupo de partidos comparte los primeros rangos y por lo tanto todos estos programas se tiran a «la basura» justo después de la aparición de los resultados electorales.
El único programa que recibe atención es el programa de gobierno, que se presenta al Parlamento para ganar confianza, mientras que los programas electorales de los partidos no atraen la atención de los votantes porque no se implementan.
Los gobiernos de Marruecos son gobiernos de coalición compuestos por un grupo de partidos.
Cuando se forma el gobierno, se llega a un acuerdo sobre el programa que se presenta al Parlamento.
A pesar de la adopción del sistema de votación por listas en Marruecos con el fin de motivar a los votantes a votar a los partidos políticos en función de sus plataformas electorales, la votación sigue basándose en la personalidad del candidato y no en el programa.
El ciudadano responsabiliza al gobierno de su programa y no de los programas electorales de los partidos que lo forman.
Entre las otras razones que hicieron que el ciudadano no prestara la menor atención a los programas electorales de los partidos están las muchas promesas que no se cumplen y la falta de enfoque en el logro de metas específicas.
Los programas electorales abarcan todos los sectores y ámbitos, aunque el mandato de gobierno está fijado en cinco años.
Las elecciones son una etapa crucial que pone a prueba a los partidos y su credibilidad.
Muchos partidos se comprometieron, tanto en las elecciones anteriores como en las próximas, programadas para el 8 de septiembre de 2021, a lograr una tasa de crecimiento del 6 por ciento.
Algunos partidos también se comprometieron a reducir la tasa de desempleo al 8 por ciento.
Sin embargo, ni el gobierno actual ni los gobiernos anteriores lograron llegar a estos porcentajes.
