Rue20 Español/ Doha
«¡Madre mía! ¿De dónde ha salido ese muchacho?», se preguntó Luis Enrique Martínez, el seleccionador español, cuando habló del ‘8’ de Marruecos: Azzedine Ounahi, 22 años, centrocampista del Angers, el último de la Liga francesa, hace 18 meses en un equipo de la tercera división gala y el futbolista que más corrió de todos en el duelo de octavos de final entre ambas selecciones, con 14,715 kilómetros, el que más se ofreció a sus compañeros y presionó al rival.
«Me ha sorprendido gratamente el número 8. Juega muy bien. Era quizá el único (que le ha sorprendido). A Hakimi es evidente. A Ziyech también. En Nesyri lo conocemos muy bien. No ha parado de correr. Tiene que estar destrozado. Espectacular», concentró el técnico esos elogios en una respuesta durante la rueda de prensa posterior al choque de este martes en el estadio Ciudad de la Educación, que terminó con la aventura de España en Catar y alimentó la de Marruecos, a cuartos.
También la de Ounahi, nacido en Casablanca, con 14 partidos como internacional, con los dos tantos y una asistencia con los que su equipo goleó a Congo en la eliminatoria final de clasificación para el Mundial 2022 (4-1), donde el futbolista se ha hecho indispensable para su seleccionador, Walid Regragui; titular en cada uno de los cuatro encuentros con los que Marruecos ha rebasado su historia en los Mundiales. Por primera vez, aparece entre los ocho mejores de la competición. «Queremos más», anunció el entrenador.
Hasta ahora, los octavos de México 1986 habían sido su techo a ojos del planeta, hasta este martes, cuando superó a España, una campeona del mundo, en los penaltis, después de 120 minutos de recorrido imponentes de Ounahi: sus 14.715 metros recorridos en dos horas de partido son inigualables para todos y cada uno de sus compañeros y sus rivales en ese choque. 133 de ellos fueron en carreras de alta velocidad. 66 al esprint. Fue incansable.
A lo largo del duelo, hizo seis presiones directas… Y 91 indirectas sobre la selección española. El siguiente jugador en el segundo apartado de su equipo fue Hakim Ziyech, con 59. Son 32 menos.
También interrumpió ocho posesiones del conjunto dirigido por Luis Enrique, e interceptó siete balones, aparte de ofrecerse más que nadie para jugar o como salida a sus compañeros: 58 veces, de las que recibió 28 la pelota. De sus 39 pases, 33 fueron al destino correcto, un 85 por ciento de acierto. Y cuatro de cuatro rebasaron líneas rivales. Un cien por cien. El partido de Ounahi, el ‘8’ marroquí.
Hasta ahí, hasta el elogio de Luis Enrique, hasta el Mundial, el centrocampista ha ido a toda velocidad. Surgió como futbolista de la Academia de Fútbol Mohammed VI en Sale y no hace ni siquiera 18 meses que jugaba en la tercera división francesa, en el Avranches de la región de Normandía, en el que cayó porque el Estrasburgo, su primer club como profesional, lo relegó al filial. No jugó ni un solo duelo con el primer equipo, con el que fue nada más tres veces convocado. Con el segundo sí disputó 35 partidos.
«Firmé un acuerdo entendiendo que luego firmaría un contrato profesional. Estaba convencido de que pasaría después del confinamiento, pero resultó que estaba equivocado», expuso en declaraciones recogidas en la página web de la FIFA la pasada semana, cuando su nombre ya sonaba con fuerza en Qatar 2022, sin intuir que lo llevaría hasta donde está ahora, hasta los cuartos de final del Mundial. A eliminar a España.
El curso 2020-21 se fue el Avranches, de la tercera división. Primero, en el segundo equipo. Jugó dos partidos, marcó un gol. En la plantilla principal disfrutó con un recorrido de 28 encuentros, 22 de titular, que llamó la atención de la Ligue 1, del Angers, que lo fichó por cuatro años en el verano de 2021. Hoy es el último clasificado de la Liga (2 victorias en 15 jornadas). Ounahi ha jugado ya 46 choques en ese club.
El anterior seleccionador marroquí, Vahid Halilhodzic, lo convocó para la Copa África 2021 (ahí debutó como internacional en el 1-0 ante Ghana de la fase de grupos, hace tan solo once meses, el 10 de enero de 2022). «Lo que pasó fue increíble. Estaba jugando en el Campeonato Nacional (tercera división francesa) hace un año y nunca imaginé que ahora estaría jugando en una Copa del Mundo. He evolucionado y trabajado mucho. Fichar por el Angers me dio la oportunidad de ser convocado», asegura Ounahi, que ahora hace historia con Marruecos en el torneo más grande. EFE
