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Ismail El Khouaja
Tanto la entrada como la actual y pronta salida de los menores marroquíes que cruzaron a nado, el pasado 17 y 18 de mayo, la frontera de la ciudad ocupada de Ceuta, va a ser noticia.
El Ministerio del Interior no facilitó el número exacto de aquellos que entraron a Ceuta a pasar de la actualización de su Informe quincenal.
“Los datos relativos a Ceuta no han podido ser actualizados ya que los mismos se encuentran bajo análisis y tratamiento”, eso dijo el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, hace ya dos meses, sin poder terminar de analizar los datos referidos hasta hoy.
De hecho, la Policía Nacional, por orden de Marlaska, empezó las devoluciones de los menores cuyo número se estima en más de 800 no acompañados, según medios españoles.
Así, se comenzó con el retorno en grupos de 15, de los 234 adolescentes que seguían acogidos en el polideportivo de Santa Amelia, mientras que más de medio centenar de ellos se escaparon hoy sábado del polideportivo, según afirmó el digital Levante-emv.
¿Un paso hacia la normalidad de las relaciones bilaterales?
Desde el primer contacto de Marruecos con España después de la crisis (desata por el gobierno de coalición de Pedro Sánchez al darle cobijo médico a una persona acusada de genocidio y lesa humanidad), cuando Marruecos levantó el veto a la Embajada española en Rabat al invitarle a la sede del Buró Central de Investigación Judicial (BCIJ) para abordar cuestiones en materia de seguridad, todo el mundo vio en ello un acontecimiento que allanara el camino hacia una pronta vuelta a la normalidad.
Salvadora Mateos, la delegada del Gobierno en Ceuta, adelantó el pasado lunes que la reanudación de las relaciones hispano-marroquíes es cuestión de «días», destacando que las relaciones bilaterales van a ser «muy buenas» tras la toma de posesión del nuevo ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares.
En efecto, el proceso de retorno de los menores marroquíes de Ceuta, se enmarca en esta línea, es decir, dentro de la coordinación entre las autoridades gubernamentales de los dos países, así como de la “discreción” diplomática que pidió el nuevo titular del Ministerio de Exteriores.
Ayer Mabel Deu, la número 2 del Gobierno local, saludó las negociaciones entre ambos países en cuanto a la vuelta de los menores. Deu aseguró “la voluntad de ambos países para el retorno voluntario”.
Por su parte, Hana Jalloul, la portavoz del PSOE en la Asamblea de Madrid y exsecretaria de Estado de Migraciones, destacó que la estrategia migratoria del Gobierno es «muy valiente y muy progresista», y subrayó que el retorno de los menores a Marruecos se realiza «con todas las condiciones y de manera garantista».
Mientras tanto, en Marruecos todavía no hay declaraciones oficiales al respecto.
Estas devoluciones generaron varias críticas por parte de instituciones y organizaciones nacionales e internacionales, así como un choque entre el gobierno de coalición: Podemos y Partido Socialista.
Las críticas han caído principalmente sobre el Ministerio del Interior español sobre los mecanismos del proceso de repatriación, ya que hubo falta de información por parte de Interior al respecto.
Amnistía Internacional encabeza la lista de las organizaciones que rechazaron tal proceso. Para ello, pidió a Interior que “paralice estas devoluciones hasta que cada expediente haya sido revisado por la Fiscalía de Menores y asegure que se ha actuado de conformidad al interés superior de los niños y niñas”, según publicó en su página web.
“Las autoridades españolas deben garantizar de manera efectiva y no meramente retórica los derechos de los cientos de menores no acompañados en Ceuta primando su interés superior. No tenemos constancia de que haya sido así en esta ocasión”, afirmó el director de Amnistía Internacional en España, Esteban Beltrán.
Por su parte, la Fiscalía española dijo que no fue informada del plan del traslado de los menores a Marruecos, ni de sus detalles, ya que Interior se conformó mandando una carta calificada de «muy genérica» donde ni se cifró cuántos ni cuándo darían comienzo a expatriar a estos menores.
Para ello, la Fiscalía procedió una investigación para conocer las los detalles en los que se está desarrollando la repatriación.
Save The Children denunció este proceso que calificó de «ilegal»: «Es necesaria una valoración de cada caso de los menores y de sus necesidades específicas de protección, y hacer un control», señala Jennifer Zuppiroli, experta en migraciones de la ONG Save The Children.
La directora de Incidencia Social y Políticas de Infancia de la ONG, Catalina Perazzo, llegó a afirmar también que «resulta esencial que, tras la llegada al territorio, las autoridades realicen una evaluación del interés superior de cada niño y niña para determinar cuál es la solución duradera que mejor responde sus necesidades y su bienestar».
Por su parte, el Consejo General de la Abogacía pidió «el cese inmediato de las repatriaciones de menores sin garantías jurídicas», porque sospecha que se estén «cumpliendo estrictamente los convenios internacionales y el propio convenio bilateral» con Marruecos.
Ione Belarra que dirige el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, advirtió en una carta a Interior de que se trata de «un incumplimiento de los derechos de las niñas y niños extranjeros en España».
Asimismo, contra este procedimiento están otras organizaciones como el Defensor del Pueblo, la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria, etc.
Es de señalar que, en materia de repatriación de menores no acompañados, Marruecos tiene firmado con España un convenio al respecto, pero desde su última revisión en 2012 no se había activado.
Cabe destacar que la operación de repatriación no incluirá a los menores que se consideran «vulnerables».