Rue20 Español/Rabat
El diario peruano La Razón lamentó que el presidente de Perú, Pedro Castillo, volviese a “dejar por los suelos” la imagen del Perú en el exterior, durante su discurso ante la Asamblea General de la ONU.
El autor del artículo, Ricardo Sánchez Serra, ha estimado que el Congreso cometió “un error” al autorizar a Castillo ir a Nueva York, notando que “el parlamento debe saber que el presidente no nos honra con sus viajes al exterior y sabe Dios qué le dirá al Papa Francisco, si el Congreso le da el permiso, a mediados de octubre, para trasladarse a El Vaticano”.
En su columna, el vicepresidente de la Federación de Periodistas Peruanos destaca que el discurso de Castillo ante la Asamblea General de la ONU “revela la agenda ideológico-dogmática roja, de escudarse de sus temas seudoprincipistas, alejados de todo pragmatismo y provocando innecesariamente a países amigos”.
Recordando haber visitado en el pasado los campamentos de Tinduf, el escritor y analista político escribe que Castillo «juega con fuego» cuando se refiere a la pretendida rasd, que es una entidad inexistente, no reconocida por las Naciones Unidas y que no tiene atributos de Estado (territorio, población), añadiendo que el diferendo del Sáhara es un residuo de la guerra fría.
En esta línea, añadió que el jefe del polisario está implicado en delitos de lesa humanidad y acoso sexual y que este movimiento está secuestrando a una población en los campamentos de Tinduf y se niega a hacer un censo, solicitado por el Consejo de Seguridad.
Y peor aún, prosiguió el autor del artículo, el presidente Castillo habló en la ONU “brindando su apoyo para que se restablezca el cese del fuego . ¿De qué guerra habla? ¿Quién engaña a Castillo y le copia los alucinados partes de guerra de la inexistente república, que ni siquiera el Consejo de Seguridad se ha enterado?”.
Se trata de “un ridículo más de Castillo y sus asesores, por la ceguera de la ideología roja dogmática”, sostiene Sánchez Serra.
El autor del artículo concluyó que se ha demostrado, en el concierto internacional, que el Perú no tiene amigos, ni es confiable, invitando al Congreso a “salvar la política exterior peruana, censurando al canciller y a los que sigan jugueteando con la imagen en el exterior”.
