Rue20 Español/ Rabat
El Ejército de Burkina Faso reconoció hoy que una operación militar contra yihadistas realizada en el Este del país ocasionó varias víctimas civiles colaterales, si bien no indicó, por el momento, el número de fallecidos.
«Los ataques causaron, lamentablemente, víctimas colaterales entre la población civil», señaló la Dirección de Comunicación y Relaciones Públicas de las Fuerzas Armadas burkinesas este miércoles en un comunicado.
En concreto, según precisó el ejército burkinés, «civiles que se encontraban cerca de un escondite terrorista en el eje Kompienga-Pognoa fueron desgraciadamente alcanzados mortalmente por los proyectiles».
«Inmediatamente se abrió una investigación para determinar responsabilidades», agrega el comunicado, que recalca también el compromiso de las Fuerzas Armadas de colaborar «plenamente» con los servicios competentes y la población «para esclarecer este desafortunado incidente».
La operación militar se llevó a cabo el pasado lunes contra grupos terroristas en varias localidades de la región Este, una zona de Burkina Faso que sufre ataques yihadistas desde el verano de 2018.
Durante estas acciones, el Ejército mató también a «varias decenas» de terroristas, según el comunicado.
Burkina Faso sufre ataques yihadistas, realizados tanto por grupos afiliados a Al Qaeda como al Estado Islámico, desde abril de 2015.
La región más golpeada por la inseguridad es la del Sahel, que comparte frontera con Malí y Níger, aunque el yihadismo también se ha expandido a otras áreas vecinas, como la región del Boucle du Mouhoun (oeste), desde 2017, y la región Este del país, desde 2018.
La inseguridad ha ocasionado que el número de desplazados internos en Burkina Faso ascienda ya a cerca de dos millones de personas, según los últimos datos del Gobierno.
En noviembre de 2021, un ataque contra un puesto de la Gendarmería causó 53 muertos (49 gendarmes y 4 civiles), lo que generó un gran descontento social que se tradujo en fuertes protestas para exigir la dimisión del entonces presidente burkinés, Roch Kaboré.
Meses después, el pasado 24 de enero, los militares tomaron el poder en un golpe de Estado -el cuarto en África occidental desde agosto de 2020- y depusieron al presidente.
La junta militar que desde entonces gobierna Burkina Faso está llevando a cabo en los últimos meses operaciones militares contra los grupos yihadistas en varias regiones del país. EFE
