Rue20 Español/ Mohammedia
Toufiq Slimani
Por el mero hecho de llevar la contra a Pedro Sánchez, presidente del Gobierno español, el Partido Popular se alineó con sus enemigos y rivales políticos en los últimos días.
A un simpatizante popular normal y corriente le cuesta digerir la decisión de su Directiva de apoyar una Proposición no de Ley promovida por los promovedores del separatismo en Cataluña y el nacionalismo o el regionalismo de carácter fanático en España.
Siempre hay un pero. En esa ocasión lo hubo también. El PP lleva la contraria a las formas y maneras del cómo se tomó y se comunicó la decisión española de apoyar el Plan de Autonomía para el Sáhara planteado por Marruecos desde 2007. Y ninguna de sus últimas declaraciones ha llevado la contraria a la propuesta marroquí para solucionar este diferendo que ha durado más de 46 años.
Los populares saben muy bien la importancia estratégica de Marruecos para España y Europa. No quieren perder a un socio estratégico en el Sur como Marruecos, pero, asimismo, no quieren fortalecer a Sánchez.
Es imposible que el PP reconozca la buena faena de Sánchez apenas unos meses de las elecciones legislativas.
Así, el PP mueve dentro del pragmatismo necesario para mantener unas buenas relaciones con Marruecos sin que todo esto acabe en votos a favor de Sánchez.
Así lo ha dejado muy claro el coordinador general del PP, Elías Bendodo, hoy, al evitar apoyar el separatismo en el Sáhara.
Elías Bendodo no criticó la nueva decisión española de apoyar la marroquinidad del Sáhara, sino que criticó a su Gobierno por el hecho de que no haya dado a conocer la «letra pequeña» de la declaración pactada entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el rey de Marruecos Mohamed VI, según Europa Press.
Preguntado en su primera rueda de prensa en Génova tras la reunión del comité ejecutivo del PP hoy sobre si el partido respalda la «autodeterminación» para el Sáhara y sobre su valoración acerca de la decisión del Polisario de romper los contactos con el Gobierno español, Bendodo no se ha pronunciado, según la misma fuente.
«Queremos conocer en profundidad el contenido de ese manifiesto conjunto entre España y Marruecos», ha añadido, en referencia a la declaración suscrita de 16 puntos entre los que se menciona la reapertura coordinada de las fronteras terrestres y marítimas y la celebración de una reunión de alto nivel antes de que termine el año.
Elías Bendodo, ministro también en el Gobierno autónomo de Andalucía, ve que es positivo que España y Marruecos se entiendan, aunque no comparte las maneras de Sánchez.
«Lo que ha hecho el Gobierno es intentar enmendar una ilegalidad, que fue la llegada a España del líder del Polisario. El presidente tiene que entender que la política exterior no es cuestión de una persona ni de un partido, sino de un país que tiene su soberanía en el Parlamento. Fue a Marruecos sin apoyo. La posición es de absoluta debilidad», dijo, en una entrevista concedida al diario El País anteayer.
«Evidentemente Andalucía, como frontera sur de Europa, necesita y quiere seguir manteniendo y retomar una muy buena relación con Marruecos», concluyó.
La decisión de Sánchez de apoyar la marroquinidad del Sáhara es, en realidad, un alivio y un rompecabezas menos para el futuro Gobierno popular.
En la sombra, los populares agradecen el regalo que es fruto de la valentía de Sánchez, pero no lo pueden exteriorizar. Lo más importante para los socialistas y los populares es que la nueva posición acerca del Sáhara se ha convertido en una cuestión de Estado.