Rue20 Español/Rabat
Impulsado por una ambiciosa estrategia económica y proyectos estructurales, Marruecos afronta el 2025 con perspectivas prometedoras.
Las expectativas de rendimiento en sectores clave como el turismo, las infraestructuras y las energías renovables reflejan esta dinámica.
Con una visión económica clara, Marruecos se embarca en 2025 en una trayectoria de transformación y resiliencia.
El informe «Estrategia Anual 2025» de BMCE Capital Global Research (BKGR) destaca un año crucial para consolidar el crecimiento y atraer más inversiones en sectores estratégicos.
El PIB marroquí debería registrar, según BKGR, un aumento del 3,9% en 2025, frente al 3% en 2024. Esta progresión se basa en gran medida en el aumento del valor añadido no agrícola (+3,7%), impulsado por los sectores secundario (+3,5%) y terciario (+3,8%). Una inflación moderada, estimada en el 2,4%, también debería respaldar el consumo interno, motor clave de la economía.
En 2025, Marruecos debería seguir consolidando sus relaciones económicas estratégicas con sus principales socios comerciales: Estados Unidos y la zona euro. La economía estadounidense debería crecer un 2,5% en 2025, tras un aumento del 2,8% en 2024, gracias al dinamismo del consumo y al aumento de la inversión.
La zona euro, por su parte, debería registrar un crecimiento del +1,3% en 2025, frente al +0,8% en 2024, marcando así una recuperación gradual impulsada por el aumento de la demanda interna y las exportaciones.
Estas perspectivas internacionales favorables constituyen una oportunidad para que Marruecos refuerce sus exportaciones, especialmente en los sectores de excelencia.
Las inversiones extranjeras directas (IED) experimentaron un salto excepcional en 2024, alcanzando los 23.800 millones de dírhams (+183%).
Esta tendencia debería continuar en 2025 gracias a proyectos importantes, como la gigafábrica de Gotion High-Tech, por un importe de 65.000 millones de dírhams, y las iniciativas en hidrógeno verde, destaca BKGR.
La ambición nacional es clara: atraer más de 5.000 millones de dólares de IED al año hasta 2030, con repercusiones económicas acumuladas estimadas en 300.000 millones de dólares en los veinte años siguientes a la organización de la Copa del Mundo 2030.
El sector turístico registró un año récord en 2024, con 17,4 millones de visitantes e ingresos que alcanzaron los 104.500 millones de dírhams (+7,2%). Marruecos se posiciona así como el primer destino turístico de África.
En cuanto a las infraestructuras, siguen beneficiándose de inversiones masivas. Los proyectos públicos en el sector de la construcción han alcanzado los 64.000 millones de dírhams (+42% respecto a 2023), reforzando la conectividad y la capacidad logística del país.
Por otra parte, la reducción de la tasa de desempleo debería figurar entre los principales objetivos de los poderes públicos en 2025. Ello implica compensar las pérdidas de empleos agrícolas debidas a la persistencia de la sequía, al tiempo que se refuerza el esfuerzo inversor.
Convertir al sector privado en el motor de esta estrategia (representando dos tercios de los 550.000 millones de dírhams previstos hasta 2035) se convierte en el medio indispensable para desencadenar una dinámica de crecimiento virtuoso para la economía marroquí.
