Rue20 Español/Rabat
El pueblo marroquí celebra hoy sábado el 81.º aniversario de la presentación del Manifiesto de la Independencia, el 11 de enero de 1944; un evento crucial en la historia de la lucha nacional por la independencia del Reino y la defensa de sus valores sagrados.
Conmemorada por el pueblo marroquí, y en especial por la familia del movimiento nacional, la resistencia y el Ejército de Liberación, esta epopeya altamente simbólica fue una de las ilustraciones de la perfecta simbiosis entre el glorioso Trono Alauita y el pueblo marroquí, en favor de la liberación del país del yugo del colonialismo y la preservación de la dignidad nacional.
En ocasión de la conmemoración de la presentación del Manifiesto de la Independencia, Su Majestad el Rey Mohammed VI, ha concedido su gracia a 1.304 personas condenadas por diferentes tribunales del Reino, según anunció el Ministerio de Justicia en un comunicado.
El pueblo marroquí se levantó en su conjunto contra el régimen colonialista que dividió el país en zonas de tutela, repartidas entre el protectorado francés (en el centro de Marruecos) y el protectorado español (norte y sur del Reino), mientras que Tánger fue considerada zona internacional, lo que dificultó la misión de liberación del territorio nacional.
Paralelamente a las acciones militares, la historia de la lucha nacional por la independencia está marcada por momentos decisivos, como el levantamiento contra el «Dahir bereber» de 1930. Guiado por las instrucciones del Sultán Mohammed V, el comité de acción marroquí, embrión del movimiento nacional, presentaría un plan de reformas al gobierno francés en 1934 y 1936. Durante estas diferentes etapas, S.M. el Rey Mohammed V, Padre de la nación y héroe de la liberación, no cesó de despertar el sentido de resistencia de los marroquíes y de definir sus objetivos, desde su acceso al Trono de sus gloriosos antepasados el 18 de noviembre de 1927.
El difunto Soberano aprovechó la celebración de la Conferencia de Anfa en enero de 1943 para incluir la cuestión de la independencia de Marruecos en la agenda, poniendo de relieve la participación efectiva de los soldados marroquíes junto a los aliados, así como sus hazañas que suscitaron admiración en todos los lugares donde combatieron. La ambición formulada por el Sultán Mohammed V durante esta conferencia obtuvo, desde entonces, el apoyo de los Estados Unidos de América, expresado por el Presidente Franklin Roosevelt, a la aspiración legítima del pueblo marroquí a la independencia.
La firma del Manifiesto de la Independencia por sesenta y siete figuras destacadas de la resistencia, entre ellas una mujer, y su entrega a las autoridades coloniales constituían una reclamación explícita de la independencia de Marruecos bajo el reinado de S.M. Mohammed Ben Youssef. Mensaje claro y sin rodeos, esta iniciativa incluía un conjunto de reivindicaciones políticas, entre ellas la independencia de Marruecos bajo el reinado de su legítimo Soberano Sidi Mohammed Ben Youssef y la adhesión del Reino a la Carta del Atlántico. El segundo aspecto de las reivindicaciones se refiere a la política interna, encarnada por la determinación del Sultán de llevar a cabo una amplia dinámica de reformas, con el fin de preservar los derechos y deberes de todos los sectores de la sociedad marroquí.
Este acontecimiento de gran importancia despertó el sentido de la resistencia en el pueblo marroquí, sobre todo porque el difunto S.M. Mohammed V aprovechó la ocasión de su histórica visita a Tánger en 1947 para reiterar las mismas reivindicaciones contenidas en el Manifiesto, negándose a plegarse a la voluntad de las autoridades coloniales que acabarían obligando al Soberano al exilio. La resistencia no hizo sino fortalecerse tras esta maniobra del colonizador, lo que permitió abrir el camino al regreso del Padre de la nación y a la proclamación de la independencia del Reino en 1956.
La conmemoración de esta epopeya simboliza el apego de los marroquíes a su historia de liberación, la sinergia entre el pueblo y la monarquía, y el reconocimiento de los enormes sacrificios realizados para asestar un golpe contundente a la política de ocupación con el objetivo final de recuperar la independencia.
