Rue20 Español/Tetuán
El ministro de Juventud, Cultura y Comunicación, Mohamed Mehdi Bensaid, subrayó el viernes por la noche en Tetuán que el teatro es el corazón palpitante de la cultura y una herramienta diplomática eficaz para exportar la cultura marroquí al extranjero.
Expresándose en la inauguración de la 24ª edición del Festival Nacional de Teatro, organizado bajo el Alto Patrocinio de SM el Rey Mohammed VI, Bensaid afirmó que el teatro marroquí es el motor de las demás disciplinas artísticas y el corazón palpitante de la cultura, destacando la alta preocupación real por el teatro, las artes y la cultura en general.
En este sentido, el ministro señaló que el teatro es “un proyecto artístico completo, que incluye la escenografía, la escritura, la escenografía, la actuación y la dirección, formando así un ecosistema económico integrado en el ámbito de las industrias culturales y creativas”, afirmando que “el teatro es el espejo de la sociedad, que trata los temas y preocupaciones de los marroquíes desde diferentes ángulos”.
Bensaid afirmó que el desarrollo del teatro marroquí siempre ha sido una prioridad, para que pueda ser una fuente de inspiración para las demás artes, y añadió: “Hemos trabajado con actores y profesionales para reforzar las bases de una industria cultural sólida, que ponga de relieve el patrimonio marroquí a través de lo que se conoce como “Tamghrabit”, del que el teatro sigue siendo un elemento clave, como un ecosistema creativo global diseñado para acompañar las transformaciones que está experimentando nuestro país”.
“El teatro marroquí es visto internacionalmente como una herramienta de diplomacia cultural, de obtención de resultados positivos y de exportación de la cultura marroquí a nivel internacional”, afirmó, añadiendo que el teatro marroquí experimenta cada año un notable desarrollo, y que la celebración de este festival es una oportunidad para rendir homenaje al trabajo de las compañías de teatro y de todos los implicados.
Añadió que los logros del teatro marroquí a nivel regional, árabe e internacional son una verdadera fuerza motriz para redoblar los esfuerzos para preservarlo y desarrollarlo aún más, dándole el lugar que le corresponde en las industrias culturales y creativas.