Rue20 Español/Salé
Ibtissam Afajjay
La ilusión de las primeras brisas de verano, los viajes tan esperados, y el primer baño se esfuman al regresar al trabajo. Mucha gente experimenta una mezcla de ansiedad y tristeza al regresar a la rutina laboral después de las vacaciones, de modo que los expertos lo llaman “síndrome postvacacional” o “estrés postvacacional”.
Este fenómeno no solo impacta físicamente, sino que también afecta a la salud mental provocando ansiedad, estrés, fatiga e incluso en algunos casos depresión.
La pregunta del millón es ¿cómo nos enfrentamos a este fenómeno? En realidad no podemos evitarlo, pero podemos prepararnos mentalmente para regresar a la rutina.
La organización es clave. Para un regreso más suave, no se tiene que llegar un día antes del primer día de trabajo. Es preferible dejar unos 2 días de descanso para prepararse física y mentalmente.
Organizar las tareas del trabajo empezando con las menos estresantes y coger de nuevo el ritmo.
Compartir nuestras experiencias con los compañeros y crear un ambiente de trabajo favorable; no llevarse el trabajo a casa.
Mantener un ritmo sano y equilibrado; establecer objetivos y metas para estar motivado todo el año.
Todos en algún momento de la vida hemos tenido estos síntomas de resistencia a retomar las obligaciones diarias, en vez de verlo como un mal inevitable es mejor entenderlo como una señal para equilibrar entre la vida personal y la vida laboral, además de priorizar y cuidar nuestra salud mental.