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Meryem Ghoua
Café Hafa es una cafetería en Tánger (Marruecos) ubicada a lo largo de la cima del acantilado con vistas a la Bahía de Tánger. Precisamente se encuentra retrepada en el acantilado donde finaliza la arquitectura modernista del barrio de Marshan.
Inaugurado en 1921, el café aún conserva su decoración original. Fue visitado por grandes figuras internacionales como, por ejemplo, Paul Bowles, William S. Burroughs, Los Beatles, y el Rocas rodantes.
Café Hafa fue construido por el tangerino Mhamed Alouch (1901-1999), que con solo 20 años abrió este local como un espacio de ocio para los habitantes del barrio Marchane, que entonces era la primera extensión de la Medina de Tánger, el núcleo urbano de la actual ciudad, según declaró 20Minutos.
Gracias a su vista panorámica que da tanto al mediterráneo como al Atlántico, su terraza decorada, su té, sus mesas y paredes de azulejos, el café fascina a los visitantes locales antes que a los extranjeros. Por eso, el café figura en la lista de los monumentos más destacados de Marruecos.
Este lugar se caracteriza por su sencillez y tranquilidad. Estas características han inspirado a muchos escritores como Juan Goytisolo, Mohamed Chukri, Abou Bakr Lamtouni, Jean Genet, etc. que lo visitaron reiteradamente para refugiarse y sosegar.
«En sus entonces desvencijadas sillas se acurrucaron literatos de la talla de Allen Ginsberg, Jack Kerouac, William S. Borrough, Paul Bowles, Jean Genet, Truman Capote, Tennessee Williams o Mohamed Chukri; músicos como Jimi Hendrix, Mick Jagger, John Lennon, Paul MacCartney o el citado Luis Eduardo Aute; actores como Sean Connery y un largo elenco de artistas», comentó La Vanguardia.
Se dice que este rincón sin lujo ni glamour alcanzó esta fama gracias escritor español Juan Goytisolo cuando grabó a finales de los años setenta un programa de televisión desde allí y el café apareció profusamente citado en su «Reivindicación del conde Don Julián», como recuerda Tafersiti.
Por otra parte, al escritor Mohamed Chukri, autor de «El pan desnudo» y «El tiempo de los errores», este café siempre le pareció una esquina emblemática, por lo que, aprovechaba su calma y su tranquilidad para garabatear, escribir y plasmar sus maravillas, además de recibir a sus invitados tanto marroquíes como extranjeros.
Desgraciadamente este lugar como otros monumentos en Marruecos va perdiendo su autenticidad e incluso su identidad.
«Juan Goytisolo diría más tarde que lamentaba haber hecho famoso al café por haber atraído a los turistas y contribuir así a su pérdida de identidad», según declaró EFE.
En fin, más que un simple café, Hafa es la memoria de un lugar grabado en la historia de Tánger.
