Rue20 Español/ FEZ
Ismail El Khouaja
En los últimos años, la diplomacia marroquí ha dirigido sus miras hacia los países de América Latina, con el objetivo de corregir verdades históricas sobre la cuestión del Sahara marroquí. Los países de corte izquierdista en este continente siempre han planteado un verdadero desafío para el Reino, debido a los ideales que compartían estos países con Argelia y la banda separatista del Polisario.
Ahora las cosas se han cambiado . La diplomacia marroquí está ganando cada vez más terreno en este continente, logrando con ello convencer a los grandes países latinoamericanos de la tesis del plan de autonomía presentado por Marruecos respecto a la cuestión del Sahara.
En este sentido, el miembro de la Cámara de Consejeros y exministro, Ahmed Lakhrif, está llevando a cabo una serie de encuentros bilaterales con muchos diplomáticos latinoamericanos, que hasta hace poco apoyaban el Polisario en detrimento de la integridad territorial del Reino.
En una conversación telefónica con nuestro diario Rue20, Ahmed Lakhrif confirmó que Perú se está preparando adoptar, en los próximos días, una nueva posición acerca del Sahara marroquí, lo que constituiría una sorprendente sorpresa para los detractores de la integridad territorial del Reino.
El diplomático marroquí confirmó también que se continúan los esfuerzos de la diplomacia paralela, sólida y profunda marroquí en América Latina para bloquear el camino a los enemigos de la integridad territorial del Reino, así como establecer una fuerte cooperación conjunta con estos países y el Reino de Marruecos en todos los ámbitos.
Lakhrif se encuentra actualmente en Colombia para participar en las actividades conmemorativas del 42 aniversario de la fundación del Parlamento Andino realizadas en la ciudad de Montería, en presencia del presidente del Parlamento Andino, Juan Pablo Letelier.
Cabe recordar que Perú suspendió el año pasado su reconocimiento al Frente Polisario, junto con Bolivia. Sin embargo, el regreso de la izquierda al poder en América Latina se ha convertido en un verdadero desafío para la diplomacia marroquí, que se ve obligada a replantear su estrategia para convencer a estos países de la tesis marroquí adoptada por mayoría absoluta, viernes pasado, por los países miembros de la ONU.