Rue20 Español/ Fez
Walid El Moumen
El presidente tunecino, Kaïs Saied, aplazó su visita a la capital mauritana, Nuakchot, sine die.
Este aplazamiento indefinido, según fuentes africanas francófonas, se debe, principalmente, al rechazo del presidente mauritano, Mohammed Ould Ghazouani, a unirse a un nuevo bloque norteafricano que excluye a Marruecos del mapa magrebí.
Este bloque, propuesto por Argelia de Abdelmadjid Tebboune, aparentemente, es visto con buenos ojos por parte de Túnez, especialmente después de no haber demostrado ninguna interacción respecto al rechazo del Gobierno libio del Mariscal Khalifa Haftar a continuar en la agenda hostil de Argelia dirigida contra el Reino de Marruecos.
Con estas decisiones, Kaïs Saied enriquece cada vez más su imagen pro-argelina; está impulsando lo que inició en el verano de 2022, cuando recibió al líder del movimiento separatista del Polisario, Brahim Gali, durante la reunión de Alto Nivel de los países africanos con Japón.
Aunque fue él quien orquestó la detención del líder islamo-conservador, Rached Ghannouchi, ahora está poniendo en práctica las propias ideas de este último, dado que Ghannouchi ha sostenido durante mucho tiempo la visión de un Magreb sin Mauritania y Marruecos.
Los preludios de un nuevo bloque magrebí, pintado por Argelia, se han materializado durante una cumbre tripartita celebrada en Argel, entre Tebboune, Kaïs Saied y el presidente del Consejo Presidencial libio, Mohammed Younes El Menfi. Este se retiró después de dar a conocer el verdadero plan de Argelia, que intenta aislar a Marruecos ‘sí o sí’ en la región.
