Rue20 Español/ Rabat
El Reino de Marruecos, bajo la dirección del Rey Mohammed VI, expresa su total solidaridad con el hermano Sudán en estas difíciles condiciones y permanece dispuesto a aportar el apoyo necesario y posible para ayudarle a superar esta crisis, afirmó el sábado el ministro de Asuntos Exteriores, Cooperación Africana y Marroquíes Residentes en el Extranjero, Nasser Bourita.
Marruecos, que mantiene relaciones fraternales muy arraigadas con la República de Sudán, confía en la capacidad y la sabiduría del pueblo sudanés y de sus diferentes componentes para alcanzar los compromisos necesarios susceptibles de reforzar las bases de un proceso político que preserve la seguridad y la estabilidad de su país y responda a sus necesidades de desarrollo, subrayó el ministro, que intervenía en una reunión del Consejo de Paz y Seguridad de la Unión Africana, celebrada por videoconferencia, a nivel de Jefes de Estado y de Gobierno, sobre la situación en Sudán.
Para Marruecos, la primera clave de una solución política reside en el establecimiento de una confianza mutua entre los hermanos y el inicio de un diálogo fructífero para alcanzar una paz duradera que garantice al hermano pueblo sudanés la seguridad, la estabilidad y la prosperidad, insistió Bourita.
En este contexto, el Reino de Marruecos expresa su satisfacción por los fructíferos pasos dados por las partes en conflicto en las reuniones de Yedda, con mediación saudí y estadounidense, para facilitar la entrega de ayuda de socorro al pueblo sudanés, y por el acuerdo de alto el fuego del 20 de mayo de 2023, con la instauración de un mecanismo internacional para vigilar su cumplimiento, y «que esperamos permita la circulación de civiles y la llegada de ayuda», señaló el ministro.
El acuerdo de alto el fuego es un paso bueno y positivo, que debe consolidarse como base, añadió el ministro, subrayando la necesidad de intensificar y coordinar los esfuerzos diplomáticos emprendidos por los países hermanos y amigos y las organizaciones internacionales y regionales implicadas en el apoyo a la estabilidad en Sudán, con vistas a reforzar las medidas de confianza y proteger el potencial del pueblo sudanés.
Sobre esta base, convendría examinar la posibilidad de enviar cuanto antes a Sudán una misión del Consejo de Paz y Seguridad para mantener conversaciones con las partes sudanesas sobre las vías para resolver esta crisis, subrayó el ministro.
La reunión de hoy del Consejo de Paz y Seguridad de la Unión Africana es un mensaje de esperanza para el pueblo sudanés que demuestra que la Unión Africana, que participa en el mecanismo tripartito (Naciones Unidas, Unión Africana e IGAD) para encontrar una solución global y aceptada a la crisis sudanesa desde su inicio, prosigue sus buenos oficios con la misma determinación para hacer realidad la paz en Sudán», afirmó Bourita.
En cuanto al plan de emergencia para desescalar la crisis actual en Sudán, que se inscribe en el marco del párrafo 10 de la declaración de la reunión ministerial extraordinaria sobre Sudán (20 de abril), el Reino de Marruecos considera que este plan constituye una plataforma para resolver la crisis, al tiempo que toma en consideración el valor añadido de la iniciativa del Reino de Arabia Saudí y de los Estados Unidos de América y los resultados positivos del proceso de Yedda, así como los esfuerzos del mecanismo tripartito, y se felicita por la deseada complementariedad entre estas iniciativas, agregó el ministro.
Marruecos llama a que esta crisis se circunscriba en el marco nacional sudanés y que se prohíba la intervención extranjera en los asuntos internos del país unido, evitando así una escalada del conflicto y una amenaza para la paz y la seguridad regionales, reafirmó el ministro, reiterando que la etapa actual exige esfuerzos conjuntos para apoyar al Sudán hermano y ayudarle a alcanzar la solución política esperada, que permita al país salir de su crisis actual y recuperar su papel de actor a nivel regional y continental.
Al comienzo de su intervención, el ministro deploró la pérdida de vidas humanas y los daños materiales causados por los enfrentamientos, pidiendo que se intensifiquen los buenos oficios y los esfuerzos para apoyar el proceso de paz en Sudán y preservar su integridad territorial y su soberanía nacional, con el fin de reforzar la paz y la estabilidad en la región.
