Rue20 Español/Tarfaya
El Abbas Tahri Joutey Hassani
El apoyo total del presidente canario a las posturas del Estado español sobre el Sáhara marroquí ha provocado una gran decepción en las filas de los separatistas del Polisario. El cambio de postura del político ha afectado significativamente a los enemigos de la integridad territorial del Reino.
Pocos días después de la decisión del Tribunal de Justicia de la Unión Europea sobre la validez de los acuerdos agrícolas y pesqueros entre Marruecos y la Unión Europea, el presidente de las Islas Canarias, Fernando Clavijo, viajó a Rabat para reunirse con el ministro de Asuntos Exteriores, Nasser Bourita.
La decisión de la justicia europea provocó una oleada de reacciones de varios países europeos, que reafirmaron su compromiso con su asociación estratégica con Marruecos, pese a que la resolución fue considerada «injusta» y «errónea» desde el punto de vista jurídico y jurisprudencial por todas las partes implicadas.
La decisión fue incluso calificada de «política», debido a la interpretación sesgada de los hechos y a la injerencia en un asunto que es competencia exclusiva de las Naciones Unidas. En este sentido, Nasser Bourita reveló en una conferencia de prensa que los jueces que dictaron la sentencia habían dimitido dos días después.
Desde Rabat, el presidente de las Islas Canarias, quien en el pasado había adoptado un tono mordaz y vehemente en sus declaraciones sobre Marruecos y su soberanía, debido a su preocupación por el proyecto de delimitación del espacio marítimo y la gestión del espacio aéreo en la región, ha cambiado notablemente su postura.
El político ha dado un giro de 180 grados en sus posiciones, llegando incluso a referirse de manera positiva al Sáhara marroquí, sin mostrar ningún apoyo a los separatistas del Polisario.
Es importante destacar que, en marzo de 2022, Clavijo no respaldó la postura expresada por el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, sobre el Sáhara marroquí, y le instó a reconsiderar su apoyo a la soberanía de Marruecos.
Esta vez, sus declaraciones no pasaron desapercibidas para los responsables de la milicia del Polisario, quienes hasta entonces creían que las Islas Canarias eran su aliado más fiel en España.
«Hemos abordado la cuestión del Sáhara. El gobierno de las Islas Canarias asume plenamente la política del gobierno español, ya que no podría ser de otra manera. Esto ha creado un clima de confianza y colaboración que queremos reforzar, como hemos acordado hoy con el ministro», declaró el presidente canario en una conferencia de prensa conjunta con Nasser Bourita.
Esta declaración provocó una inmediata reacción del representante del Polisario en España, Abdellah Arabi, quien criticó abiertamente la postura canaria. «Durante su visita a Marruecos, (el presidente canario declaró) que asume ‘plenamente’ la posición del gobierno español con respecto al Sáhara. Esta es una postura contraria al derecho internacional y, entre otras cosas, a la jurisprudencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea», señaló, intentando justificar su argumento basándose en la última decisión del tribunal, mientras ignoraba todos los demás avances sobre la cuestión a nivel internacional.
Fernando Clavijo, quien también celebró la cooperación del Reino en la lucha contra la inmigración irregular, lanzó otro dardo al añadir sobre la cuestión del Sáhara: «No hay duda, esta es la nueva etapa, el mundo cambia, no necesariamente en todas partes para mejor, pero nos comprometemos a hacer que Marruecos, España y las Islas Canarias mejoren».
