Rue20 Español/Washington
El embajador de Marruecos en Estados Unidos, Youssef Amrani, destacó la importancia de la diáspora africana en el desarrollo del continente durante un encuentro celebrado en el Congreso estadounidense. En su intervención, subrayó el liderazgo visionario de Su Majestad el Rey Mohammed VI para impulsar un panafricanismo moderno y renovado, orientado hacia el progreso y la cooperación entre los países africanos.
«Marruecos considera que la diáspora es un vector privilegiado de codesarrollo, que debe ser reforzado, equipado e integrado mejor en las perspectivas de crecimiento económico y convergencia diplomática entre las naciones», declaró Youssef Amrani durante la reunión celebrada el lunes en Washington, con motivo del Día de la Diáspora Africana.
Organizada por la congresista Sheila Cherfilus-McCormick, de Florida, y el congresista Jonathan Jackson, de Illinois, esta conferencia tiene como objetivo conmemorar la contribución de la diáspora africana al desarrollo de Estados Unidos y debatir el papel clave que podría desempeñar en el fortalecimiento de las relaciones entre Washington y el continente africano.
«La diáspora es más que una conexión heredada, es una fuerza motriz para el progreso y el desarrollo del continente», agregó el embajador de Marruecos, Youssef Amrani, destacando cómo los africanos están moldeando activamente las esferas política, económica y cultural en el panorama global actual.
Por otra parte, el embajador Amrani subrayó que Marruecos valora enormemente cualquier iniciativa innovadora que permita a las poblaciones africanas, tanto en el continente como en la diáspora, tomar las riendas del desarrollo de África.
En cuanto al respaldo de Marruecos a la diáspora africana, Amrani destacó que, como país de origen, tránsito y destino, el Reino reconoce plenamente el papel fundamental que juegan los migrantes y las diásporas, especialmente en el impulso del desarrollo económico de sus países de origen.
Las remesas de los africanos que viven en el extranjero han superado los 700.000 millones de dólares en la última década, consolidándose como una fuente clave de ingresos para las economías de sus países de origen. Estas contribuciones han superado ampliamente la ayuda extranjera al desarrollo y la inversión extranjera directa, subrayando el papel crucial de la diáspora africana en el crecimiento económico del continente.