Rue20 Español/Rabat
El ministro español de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, defendió recientemente las ventajas del comercio entre España y Marruecos.
«La relación comercial es normal y positiva» afirmó Planas; «siempre que se respeten los contingentes de productos marroquíes que entran a la UE», según recoge el medio El Debate.
Para el ministro, la entrada controlada de bienes marroquíes a través de estos contingentes con aranceles reducidos es «perfectamente lógico en un acuerdo comercial», tal y como citó textualmente.
Planas considera que esta dinámica «será perfectamente normal y positiva» para ambas partes.
Su postura contrasta con las recientes protestas de agricultores españoles, que piden un mayor control de las importaciones de terceros países.
No obstante, Planas hizo hincapié en que «muchas empresas marroquíes que exportan a la UE tienen titularidad de personas jurídicas y ciudadanos españoles»; lo que evidencia los estrechos lazos económicos entre ambos países.
Además de los intercambios actuales, estimados en más de 20.000 millones de euros según el propio presidente Pedro Sánchez, España prevé inversiones en Marruecos por valor de 45.000 millones hasta 2050 —en su visita oficial, ayer miércoles, al Reino de Marruecos—.
Este indica el carácter «estratégico» que, según Planas, debe seguir teniendo la asociación bilateral.
La apuesta por la tecnología agroalimentaria y la innovación puede generar nuevas oportunidades comerciales.
Marruecos, y el continente africano, en general, ofrecen un gran potencial como mercados de exportación para las empresas españolas.
Una mayor cooperación potenciará el crecimiento económico de ambos países de manera mutuamente beneficiosa.
En definitiva, la estrecha asociación entre Marruecos y España, tanto en el ámbito económico y comercial como en otros muchos ámbitos estratégicos, representa una oportunidad para ambos países.
Fomentar los intercambios y la cooperación entre las empresas e instituciones de ambas orillas del Estrecho es la mejor garantía para un futuro próspero y de progreso compartido.
La apuesta de los gobiernos español y marroquí por estrechar aún más sus vínculos es una apuesta sensata que, sin duda, generará beneficios a largo plazo para la ciudadanía de ambos estados.
