Rue20 Español/Rabat
Zakariae Alem
Mali está avanzando con pasos firmes hacia el reconocimiento de la marroquinidad del Sáhara, especialmente después de una tensión diplomática sin precedentes con Argelia, según confirma un diplomático mauritano de alto rango de la ONU.
En este sentido, el ex Ministro de Asuntos Exteriores mauritano y Jefe del Centro de Estrategias y de Seguridad en el Sahel Sáhara, Ahmedou Ould-Abdallah, confirma en una entrevista con “Radio France Internationale” que las relaciones entre Mali y Argelia pasan por un momento conflictivo. Por esta razón, Mali se acerca a reconocer oficialmente la soberanía marroquí sobre la región del Sáhara.
El diplomático mauritano explica que la mayoría de los funcionarios malienses con los que se comunica buscan resolver este conflicto artificial respetando la integridad territorial y a la soberanía marroquí sobre todas sus tierras, incluidas las regiones del Sáhara.
El responsable mauritano de la ONU añadió que el ex presidente maliense Boubacar Keita le había confesado anteriormente su deseo de reconocer la marroquinidad del Sáhara y poner fin al conflicto en favor del Reino de Marruecos.
Sin embargo, las preocupaciones de Argelia y el impacto que podía tener esto en las relaciones entre los dos países le preocupaban, especialmente en la cooperación de Argelia con Mali en la lucha contra el terrorismo.
El responsable mauritano de la ONU destaca también que Mali siempre ha aspirado a mantener buenas relaciones con Marruecos. Los dos países comparten la misma visión, especialmente en lo que concierne la lucha contra todas las formas del extremismo y el fomento del Islam moderado.
El presidente del Centro de Estrategias y de Seguridad en el Sahel Sahara añade que Mali comparte una frontera con Argelia, pero las relaciones humanas siempre juegan a favor de Marruecos, ya que los malienses lo conocen desde hace mucho tiempo gracias a las caravanas comerciales que llegaban a Tombuctú y Gao a través del Desierto del Sáhara.
Las relaciones entre Marruecos y Mali, pues, son históricas y arraigadas desde hace ya siglos. Este peso de la historia crea una unión fuerte entre los dos países que perdurará aún más tiempo en el futuro.
