Rue20 Español/ Mohammadia
Toufiq Slimani
Marruecos tomó la iniciativa de avanzar en la resolución del conflicto del Sáhara, el 13 de noviembre de 2020, ante las provocaciones del Polisario y Argelia en el Paso del Guerguerat y ante la indisposición de los actores regionales e internacionales a tomar cartas en el asunto.
Aquel día fue un antes y un después en el conflicto. El 13 de noviembre de 2020 fue un primer punto de inflexión en el camino hacia la resolución del conflicto. Marruecos recuperó y aseguró completamente el paso de El Guerguerat (entre Marruecos y Mauritania) gracias al establecimiento de un cordón de seguridad por las Fuerzas Armadas Reales (FAR).
Resultó entonces difícil saber de antemano lo que nos ocultarían los días venideros. 27 días después, precisamente el día 10 de diciembre, se quedó muy claro que la operación llevada a cabo, el 13 de noviembre de 2020, fue buena y tuvo consecuencias positivas sobre la postura de otros países. El 10 de diciembre de 2020, EEUU anunció oficialmente su apoyo total a la marroquinidad del Sáhara y su apuesta por el Plan de Autonomía para el Sáhara marroquí planteado por Marruecos en 2007 como la única propuesta seria, realista y creíble para resolver este diferendo regional. El 10 de diciembre de 2020 fue el segundo punto de inflexión en busca de resolver el conflicto de una vez por todas.
En abril de 2021 se desató una crisis diplomática sin precedentes entre Marruecos y España por la entrada clandestina del líder del Polisario, Brahim Gali, a Zaragoza por la noche. La información que España había tratado de esconder llegó a Marruecos. Y pasó lo que pasó. Un año hispano-marroquí en blanco.
En marzo de 2022, España entendió que sus intereses estratégicos están más con Marruecos que con Argelia. En realidad, Madrid entendió mucho antes que la nueva geopolítica regional y mundial exige reforzar el eje atlántico y frenar la expansión de Rusia, Turquía, Irán y China en la región.
El 14 de marzo de 2022 es el tercer punto de inflexión cuando Pedro Sánchez, presidente del Gobierno español, mandó una carta al rey Mohammed VI, demostrando su disposición a abrir una etapa de asociación estratégica y respaldar el Plan de autonomía para el Sáhara. La Declaración conjunta adoptada en Rabat, el 7 de abril de 2022, tras la reunión del Rey y Sánchez fue una oportunidad para que España confirmara en público su nueva postura.
Dos meses antes, Alemania expresó en enero de 2022 su apoyo al Plan de Autonomía en una carta enviada por el presidente alemán al rey Mohammed VI.
Esta introducción nos facilita la tarea de intentar comprender y analizar los recientes movimientos, viajes y encuentros entre Rabat, Dakar, Nuakchot, Madrid, Washington. El dossier del Sáhara marroquí es el centro de gravedad de estos movimientos. Por el momento no sabemos los detalles de estos nuevos movimientos. ‘Son un melón por abrir’. Nadie puede presumir de ser capaz de detectar un buen melón sin necesidad de abrirlo como se dice.
Los elementos que vamos a presentar nos permiten ver que hay un melón por abrir acerca del conflicto del Sáhara. La dificultad es saber de antemano si este melón será bueno o no. Más sencillo, no tenemos asegurado si estos movimientos son buenos del todo para el Plan de Autonomía para el Sáhara. La hipótesis es que todos estos movimientos vayan a avanzar en la materialización de la propuesta marroquí.
Primer elemento. José Manuel Albares, ministro de Asuntos Exteriores de España, aterrizó el pasado miércoles en Rabat. Tras su reunión con Nasser Bourita, ministro de Asuntos Exteriores de Marruecos, Albares reafirmó el pasado jueves desde Rabat el apoyo total de su país al Plan de Autonomía para el Sáhara.
Segundo elemento. Tras su paso por Marruecos (48 horas) y por Senegal (menos de 15 horas), José Manuel Albares, aterrizó el pasado viernes por la tarde en Nuakchot, donde se reunió con su homólogo mauritano, Mohamed Salem Ould Merzoug. Los dos ministros demostraron su satisfacción por el nivel de coordinación a nivel regional e internacional al servicio de los intereses de los dos países y de la seguridad y estabilidad regional e internacional. Los dos ministros subrayaron la similitud de sus posturas sobre la necesidad de resolver todos los conflictos de conformidad con la Carta de las Naciones Unidas y el derecho internacional humanitario. Implícitamente, los dos ministros hicieron referencia a la cuestión del Sáhara, y explícitamente al conflicto palestino-israelí.
Tercer elemento. Tres días después del viaje de Albares a Marruecos, el subsecretario de Estados Unidos para África del Norte, Joshua Harris (Departamento de Estado), aterriza en Marruecos en una visita de dos días (ayer y hoy). Antes de que llegara Harris a Rabat, Washington reiteró ayer su posición «clara y constante» acerca de la cuestión del Sáhara.
«Los Estados Unidos apoya plenamente al enviado personal de las Naciones Unidas, de Mistura, en la facilitación del proceso de negociación para lograr una solución justa, duradera y mutuamente aceptable» del diferendo regional en torno al Sáhara marroquí, señaló un comunicado del Departamento de Estado americano.
«En este sentido, los Estados Unidos sigue considerando seria, creíble y realista la propuesta marroquí de autonomía», reitera la diplomacia estadounidense.
Además, subrayó que la visita a Rabat del subsecretario adjunto estadounidense para África del Norte también se centrará en «el fortalecimiento de la asociación entre los Estados Unidos y Marruecos y una serie de prioridades en materia de seguridad regional», concluye el comunicado publicado por Map ayer.
Cuarto elemento. Tras su visita a Marruecos, Senegal y Mauritania la semana pasada, José Manuel Albares, ministro de Asuntos Exteriores de España, se entrevistó hoy lunes en Madrid con Staffan de Mistura, enviado especial del Secretario General de las Naciones Unidas para el Sáhara.
«Me he reunido de nuevo con Staffan de Mistura, Enviado Personal del SG de ONU para el Sáhara Occidental, en Madrid», informó hoy Albares en su X.
España ha reiterado su respaldo a Mistura. «Tiene todo el apoyo del gobierno de España en su labor», concluyó Albares.
Quinto elemento. Los ataques terroristas del Polisario en la ciudad de Es-Smara y Auserd plasman la desesperación de los combatientes de esta milicia. El Polisario ha fracasado a nivel diplomático y político. Ahora trata de explorar la vía militar. Además, la vuelta del embajador de Argelia a Madrid sin condiciones refleja el fracaso de la táctica argelina hacia España tras la reconciliación hispano-marroquí. Se nota que hay un cambio de paradigma en Argelia acerca de este conflicto.
Todos estos elementos nos hacen recordar la gira de la subsecretaria de Estado de Estados Unidos, Wendy Sherman, por la región desde el 6 hasta el 11 de marzo de 2022. Una visita que vino en plena crisis diplomática hispano-marroquí, por una parte, y en medio de la escalada diplomática entre Marruecos y Argelia, por otra. Sin olvidar que aquella gira se emprendió tras el estallido de la Guerra de Ucrania entre Occidente y Rusia. Hoy destaca la escalada en Oriente Medio a causa de guerra/ agresión israelí contra Gaza.
Una gira amplia que llevó a cabo la responsable americana en aquel entonces a Turquía, España, Marruecos, Argelia y Egipto. Del 8 al 9 de marzo de 2022 la responsable americana estuvo en Rabat y se reunió con Nasser Bourita. La gira de Wendy Sherman y de Joshua Harris podría tener algo en común: una novedad por conocer.
El aterrizaje de Joshua Harris en Rabat, la reciente visita de Albares a Marruecos, el viaje de Albares a Senegal y Mauritania y la Reunión de Albares con de Mistura hoy en Madrid nos invitan a reflexionar y analizar su impacto en el conflicto del Sáhara.
