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Mohamed Charbi
Rifaat Atfé nació en Masyaf (Siria), en 1947 y murió el pasado lunes 23 de enero de 2023 en la misma ciudad siria, a los 76 años. Fue un traductor, hispanista y poeta sirio, conocido sobre todo por traducir El Quijote al árabe.
Atfé amaba la lengua española hasta la médula. Fue más conocido por sus traducciones que por sus escritos de poesía y novela.
Entre sus traducciones figuran obras de grandes literatos en la escena hispana como el premio Nobel Pablo Neruda, Federico García Lorca o Ramón Valle-Inclán.
Tenía veintiún años cuando descubrió las becas internacionales anunciadas en el tablón de su universidad siria. Por entonces, Rifaat Atfé estudiaba historia y ya había entrado en contacto con la literatura española a través de los poemas de Federico García Lorca.
En 1968, Atfé viajó por primera vez a Europa para estudiar Filología Hispánica en la Universidad Autónoma de Madrid.
En 1974 se licenció con una tesina sobre la obra teatral de Federico García Lorca, luego regresó a Siria para convertirse en redactor jefe de la revista española Ecos de Damasco. Cuatro años después, en 1978, adquirió por oposición el puesto de director del Centro Cultural Árabe en Masyaf, su ciudad natal.
En el Instituto Cervantes de Damasco ha sido profesor de español y ha participado en varios eventos.
En 1999 se convirtió en el enlace oficial entre el Ministerio de Cultura sirio y el Instituto Cervantes.
Su afable carácter le permitió conocer y entablar amistad con varios intelectuales árabes y españoles que visitaron su casa o el Centro Cultural en el pueblo de Yabaliya que dirigió durante 26 años. Y fue enviado a Madrid como director del Centro Cultural Árabe Sirio.
Rifaat Atfé fue uno de los más importantes traductores sirios a la lengua española en el mundo árabe.
Atfé nos ha traducido de esa lengua obras maestras de la literatura como El Quijote de Miguel de Cervantes Saavedra, considerada por la mayoría de investigadores y críticos la primera novela moderna, un esfuerzo considerable si tenemos en cuenta que la obra consta de cerca de mil páginas y emplea una lengua clásica y antigua, a lo que hay que añadir su importancia literaria.
Rifaat Atfé y la primera lectura de El Quijote
“Si la memoria no me falla, [he leído por primera vez El Quijote] en 1972. Fue una lectura difícil, estaba, todavía, empezando a aprender a captar el español como lengua histórica. Fue una lectura de aprendizaje y no de gozo. Recuerdo que la interpretación y comprensión eran muy borrosas. Necesitaba utilizar constantemente el diccionario, lo que me obligó a realizar relecturas para que me acercaran, progresivamente, a esta gran novela.
La lectura de otras obras de Cervantes, particularmente las Novelas ejemplares me ayudaron mucho a aproximarme al mundo de Cervantes, a su manera de pensar y de escribir. Hay que tener en cuenta de qué diccionarios podía disponer con el fin de valorar esta dificultad que estoy señalando.
Primero, no había diccionario español-árabe, debido a lo cual tenía que recurrir al de español-inglés o español-francés y después, al inglés o francés-árabe.
Transcurridos varios años empecé a usar diccionarios como el de Vox, el de María Moliner, el de la Real Academia, etc. que dulcificaron mucho el camino”. [1]
Rifaat Atfé y la traducción de El Quijote
“Al principio tuve miedo. Pero sólo al principio. Luego decidí releerla otra vez en español para medir mi gozo y comprensión antes de aventurarme.
[He querido traducir El Quijote] porque siempre hay una traducción buena, muy buena, mala, y muy mala, pero casi nunca existe una traducción perfecta. Por eso se traducen y retraducen las obras maestras.
Así me atrevo a decir que esta traducción viene —este ha sido mi propósito— a llenar las lagunas que había en las traducciones anteriores, ya que he traducido todos los documentos adjuntos a la publicación del original, que son indispensables para una mejor comprensión y un mejor conocimiento de las circunstancias que rodeaban su publicación por primera vez.
He procurado presentar El Quijote en una lengua fluida y expresiva que hace que el lector se olvide de que está ante una obra traducida, cosa que espero haber logrado.
No debemos olvidar que el original de El Quijote, según Cervantes, era árabe, por lo tanto la lengua debe estar lo más próxima a este original. Es una cosa difícil, pero ha merecido la pena intentarlo”. [2]
Rifaat Atfé y los motivos de la traducción de El Quijote
“[He hecho esta traducción por] el entusiasmo que sentí leyendo El Quijote una y otra vez. He querido que otros gocen de esta obra maestra como lo hice yo. Fue un deber que debía a mi pueblo y lectores árabes. El arte se goza y se hace con este objetivo”. [3]
Rifaat Atfé y el tiempo invertido en la traducción de El Quijote
“A la hora de traducir El Quijote, sabía que el español de aquel entonces era una lengua en evolución, que todavía no había alcanzado su perfección fonética ni sintáctica. Además, hay que tener en cuenta que el autor suponía, como hemos dicho, que la obra es una traducción del árabe, y que esa lengua ya había alcanzado el estándar, por lo tanto, hay que aproximar la traducción a la lengua de la obra que más se asemeja a El Quijote.
Entonces me vino a la memoria la obra árabe que se había hecho desde antes de El Quijote universal: Las Mil y una Noches, cuya lengua sigue vigente y entendida por la vasta masa de lectores árabes en la actualidad, y decidí traducir El Quijote. He invertido cuatro años, que no son muchos para una obra de la categoría de El Quijote”. [4]
Rifaat Atfé y las dificultades que ha planteado la traducción de El Quijote
“En cuanto a las dificultades, señalo las referentes al estilo, como hacer que el diálogo tenga credibilidad. Lo cual me exigió varias lecturas del texto árabe, comparando muchas veces éste con el original. Me di cuenta de que muchos proverbios, que tanto utiliza Sancho,tienen hasta cierto punto su paralelismo en árabe. Eso me exigió pensarlos, preguntar a la gente por los proverbios árabes, buscarlos en los libros, hasta descubrirlos y así aproximarme a ellos”. [5]
Rifaat Atfé y el nivel del árabe utilizado en la traducción de El Quijote
“En el árabe culto, literario, que todo el mundo entiende. El de Las Mil y una noches, el de las historias de los pícaros. En el de las novelas populares árabes, como la de Antara Ben Chaddaad, Sirat Bani Hilal, Zahir Vibras, etc. que, en su conjunto, desarrollan episodios muy parecidos a los que encontramos en El Quijote.
Creo que la traducción de obras contemporáneas es bastante más difícil que El Quijote, porque los ambientes sociales, el lenguaje usado en ambos lados del Mediterráneo estaban mucho más próximos unos a los otros que en la actualidad, debido a que en Occidente, especialmente en España, se está desarrollando un argot, no sólo efímero, sino muy difícil de captar y de encontrar su exacto paralelo en otra lengua”. [6]
Cabe señalar que la obra cumbre de Miguel de Cervantes Saavedra, El Quijote, ha sido traducida al árabe en siete ocasiones, a saber: la traducción inacabada de Tuhāmī Al-Wazzānī (en 1947), la traducción no publicada de Nayīb Abū Malham y Mūsā `Ab-būd (en 1948), la traducción parcial de Abdul-`Azīz Al-Ahwānī (en 1957); la traducción completa de Abdurrahmān Badawī (en 1965); la traducción completa de Sulaimān Al-`At-tār (en 2002), la traducción incompleta de Joseph Ilyas (en 2004) y la traducción completa de Rifaat Atfé (en 2004).
Referencias:
[1] Milagros Sánchez Arnosi, “Entrevista con Rifat Atfe, traductor del Quijote”, Cuadernos Hispanoamericanos, Madrid, 2006, pág. 211.
[2] Ibíd., pág. 212.
[3] Ibíd., pág. 219.
[4] Ibíd., pág. 213.
[5] Ibíd.
[6] Ibíd.