Rue20 Español/ Casablanca
Lhaj Ahmed Ali
La visión del fútbol en Argelia es el puro espejo del régimen argelino y de los generales quienes están metidos en todo hasta en la sopa. Es imposible que haya hoy en Argelia un buen deporte. Todo está contaminado por el uso del deporte, en general, y fútbol, en particular, al servicio de la política.
Los «actos malintencionados» y las «maniobras abyectas» que tuvieron lugar durante la apertura del Campeonato Africano de Naciones para jugadores locales (CHAN), el viernes en Argelia, demuestran la torpeza y la locura del régimen argelino que ni siquiera sabe usar esta competición para mejorar su imagen muy tachada dentro y fuera.
Por odio a Marruecos y los marroquíes, el régimen argelino, es capaz de dañar su propia imagen y de su pueblo, además de enfadar a la Confederación Africana de Fútbol y a la FIFA.
El discurso provocador y surrealista que despreciaba las normas que rigen la organización de eventos futbolísticos bajo los auspicios de la Confederación Africana de Fútbol (CAF)», desnudó a los militares argelinos ante África y el mundo.
Los comentarios racistas de los hinchas presentes en la ceremonia inaugural contra el público marroquí, conocido en todo el mundo por su civismo, exige a la CAF, a la FIFA y a los amantes del buen deporte a reaccionar para salvar los valores del fútbol.
La primera impresión de esta polémica provocada por las autoridades argelinas es que los mismos argelinos no saben responder a Marruecos futbolésticamente ni en el terreno de juego.
La envidia argelina hacia Marruecos se nota incluso cuando la selección marroquí de los jugadores locales no está en Argelia ni participa en este campeonato.
Como dijo la Federación Real Marroquí de Fútbol, la CAF está llamada a «asumir toda la responsabilidad por estas transgresiones flagrantes que no tienen ningún vínculo con los principios y valores del fútbol».
Mientras el mundo trabaja para que el fútbol y sus valores ayuden a luchar contra la violencia y el racismo, Argelia usa la violencia y el racismo contra el fútbol y los valores sublimes. El fútbol es el reflejo de una sociedad, sí. Pero La ceremonia inaugural demostró lo peor del régimen argelino. Aunque sabemos diferenciar entre el pueblo argelino y el régimen argelino, entre la sociedad y la cúpula argelina.
«Todo cuanto sé con mayor certeza sobre la moral y las obligaciones de los hombres se lo debo al fútbol», escribió el filósofo y novelista Albert Camus, nacido en Argelia. Desafortunadamente, sabemos con mayor certeza que el régimen argelino no piensa ni reflexiona ni razona. Sólo sabe de odio y racismo.
