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El agua de lluvia no es apta para el consumo en todo el mundo debido a la presencia de sustancias químicas tóxicas que superan los niveles recomendados, según un reciente estudio realizado por científicos de la Universidad de Estocolmo.
«No hay ningún lugar en la Tierra en el que el agua de lluvia sea segura para beber, según los datos que hemos utilizado», afirmó a la prensa Ian Cousins, profesor de la Universidad de Estocolmo y autor principal del estudio, publicado en la revista Environmental Science and Technology.
«Incluso en la Antártida o en la meseta tibetana, los niveles de sustancias químicas tóxicas en el agua de lluvia están por encima de las directrices propuestas por la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA)», agregó.
