Rue20 Español/ Rabat
Al menos 50 civiles murieron en la noche del sábado al domingo en el norte Burkina Faso en un ataque terrorista contra Seytenga, localidad a 40 kilómetros de Dori, capital de la región del Sahel, y a unos 10 kilómetros de la frontera con Níger, informó hoy el Gobierno burkinés.
«Hasta ayer, en las redes sociales circulaban cifras que oscilaban entre los 100 y los 170 cadáveres. El ejército acudió ayer al lugar de los hechos e inició la búsqueda de víctimas o cuerpos», dijo este lunes en una rueda de prensa el portavoz del Gobierno burkinés, Lionnel Bilgo.
«Hasta esta mañana, el ejército había encontrado 5 cuerpos en la entrada de la ciudad. Recorriendo todas las casas, a primera hora de esta tarde se han encontrado 50 cuerpos y la búsqueda continúa», agregó.
Bilgo advirtió de que «tal vez el número de víctimas sea mayor que el de los 50 cuerpos encontrados, porque desde esta mañana la gente ha regresado a Seytenga y algunas personas se habrían llevado los cuerpos de sus familiares».
Según el portavoz del Gobierno, esta acción de los grupos terroristas podría ser una «represalia» por las acciones llevadas a cabo por las Fuerzas de Defensa y Seguridad en los últimos días.
«En las últimas semanas, el ejército ha provocado una sangría en las filas de los terroristas», dijo.
El Gobierno confirmó este domingo que hombres armados habían irrumpido en Seytenga para atacar a la población civil, ocasionando que la población se desplazara a Dori.
Entonces, el Servicio de Información del Gobierno dijo en un comunicado que no podían hacer «una evaluación oficial (del número de muertos) debido a la complejidad de la situación» y aseguró que estaban «elaborando una evaluación precisa» y que informarían sobre «estos trágicos acontecimientos».
El pasado 9 de junio, la Gendarmería de esta localidad fue atacada por terroristas y murieron al menos 11 gendarmes, según indicó el Ejército.
Durante esa misma jornada hubo otros dos ataques (uno en la región de Boucle du Mouhoun y otro en la región Norte) tras los que las Fuerzas Armadas de Burkina Faso comunicaron haber matado a 37 terroristas y en los que murieron cuatro gendarmes, un militar y un civil.
Burkina Faso sufre a menudo ataques yihadistas desde abril de 2015, perpetrados por grupos vinculados tanto a Al Qaeda como al Estado Islámico.
La región más golpeada por la inseguridad es la del Sahel, que comparte frontera con Mali y Níger, aunque el yihadismo también se ha expandido a otras áreas vecinas, como la región del Boucle du Mouhoun, desde 2017, y la región Este del país, desde 2018.
En noviembre de 2021, un ataque contra un puesto de la Gendarmería causó 53 muertos (49 gendarmes y 4 civiles), lo que generó un gran descontento social que se tradujo en fuertes protestas para exigir la dimisión del entonces presidente burkinés, Roch Kaboré.
Meses después, el pasado 24 de enero, los militares tomaron el poder en un golpe de Estado -el cuarto en África occidental desde agosto de 2020- y depusieron al presidente.
La inseguridad ha ocasionado que el número de desplazados internos en Burkina Faso ascienda ya a más de 1,9 millones de personas, según las últimas cifras del Gobierno burkinés. EFE