Rue20 Español/ Mohammedia
Marruecos y los asuntos marroquíes se utilizan en España para conseguir los objetivos electorales. Esa es una realidad histórica y real. Dado que Marruecos influye, de manera u otra, en la política interna de España por historia y geografía, los políticos están siempre atentos a lo que viene del sur.
La nueva decisión española de apoyar la Iniciativa de Autonomía para el Sáhara planteada por Marruecos desde 2007, ha sido y sigue usada por los partidos políticos españoles de cara a las próximas elecciones regionales y legislativas.
El Sáhara en sí no importa a los políticos españoles ni mucho menos les importan los saharauis. Lo más importante es manipular a la opinión pública y los votantes para ganar más votos.
Todo esto lo saben los políticos españoles. Pero, en general, lo admiten los jubilados.
El socialista Jesús Fuentes Lázaro, presidente de la Junta de Comunidades de Castilla- La Mancha (1982/1983), desnudó las manipulaciones de algunos sectores políticos.
La nueva decisión es un «anuncio (de la nueva postura española) que la derecha ha criticado, más por la forma que por el fondo, y una pretendida izquierda la ha empleado para acusar de traición al PSOE, algo que se repite con cierta asiduidad. La cuestión del Sáhara, como sucede habitualmente, está sirviendo para hablar de nosotros, aunque en las últimas semanas haya sido sustituido por debates menores, pero no se preocupen, ya se actualizará cuando convenga», aseguró Jesús ayer en un artículo publicado en El Español.
«El denominado problema del Sáhara viene de lejos. De los últimos años (1975) de la dictadura. En ese año España salió de estampida del Sáhara como ya lo había hecho de otras colonias. La España del imperio y la España colonial nunca han salido de los territorios como los franceses, ingleses o portugueses, manteniendo unas relaciones de colaboración, comercio y cultura que les posibilita un trato fluido con esos lugares. En España nos vamos y ya está. Así se creó el conflicto del Sáhara español, que lleva 47 años sin resolverse y hay gente que apostaría por otros 47 años en la misma situación», escribió en alusión a la gente que rechaza la nueva decisión sin presentar alguna fórmula alternativa para solucionar este diferendo.
«Pero claro, si alguien intenta tocarlo (el tema) se encontrará con resistencias de acero. Ya lo pretendió el Sr. Zapatero y abandonó. Ahora lo ha resucitado el Sr. Sánchez, aunque habrá que ver cuánto soporta las embestidas de un lado y de otro. La derecha no tiene ningún rubor en aprovechar la ocasión para desgastar al gobierno, eso sí, sin aportar alternativa alguna que, por otro lado, no tiene fácil dadas las peculiaridades de la derecha española. Los nacionalistas han aprovechado la ocasión, como hacen habitualmente, para hablar de lo suyo. Porque cuando hablan de la autodeterminación del Sáhara están hablando de su autodeterminación. Y por último, queda la izquierda romántica y estática que mira al pasado como un tiempo mejor», dijo.
Para crear lazos de solidaridad y de acercamiento, en público, y con objetivos electorales, en el fondo, se organizaron diversas visitas al Sáhara para alcaldes, concejales y otros cargos españoles.
La mayoría de esos políticos españoles descubrió las atrocidades del Polisario y la miseria de los saharauis secuestrados por complicadad de Argelia. Uno de ellos tuvo una vez la valentía de reconocerlo.
«A la vuelta de una de esas visitas, uno de los alcaldes, nada sospechoso de no ser de izquierdas, resumió la visita en un comentario impresionante y definitivo. Los jefecillos, afirmó, tienen a la gente secuestrada. Han hecho de su excepción una forma de vivir», concluyó Jesús su artículo.
