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viernes, abril 26, 2024

Tras la posición española, ¿Qué tiene que hacer Francia?

 

Rue20 Español / Tánger 

 

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Naoufal Bouamri

 

Inmediatamente después de la publicación del comunicado del Gabinete Real, en el que se aludía a la nueva posición del Estado español, en base al mensaje enviado por el el Presidente del Gobierno español al Rey Mohammed VI, afirmando el apoyo de su país a la autonomía como una solución creíble y seria, y declarando el respeto mutuo a la integridad territorial de los dos Estados; Francia, en palabras de su portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, reiteró su apoyo a la iniciativa de autonomía, considerándola como «una base para el debate, y una solución seria y creíble», reafirmando que «la posición de Francia es constante a favor de una solución política justa, duradera y aceptable para las partes, de conformidad con las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Desde esta perspectiva, el plan de autonomía de Marruecos constituye una base para un debate serio y creíble”.

 

La declaración francesa no fue una sorpresa, sino que fue una declaración esperada, sobre todo porque Francia sigue apoyando la iniciativa de autonomía en marco de la ONU, desde que Marruecos lanzó dicha iniciativa a mediados de 2006 y oficialmente ante las Naciones Unidas a partir de 2007. 

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Aquí basta con volver a su última posición sobre la resolución del Consejo de Seguridad sobre el Sáhara 2602, en la que declaró durante los debates que “Francia considera el plan de autonomía de Marruecos de 2007 como una base seria y creíble para la solución de esta disputa”.

 

Además, Francia fue uno de los países occidentales que acogieron positivamente la decisión estadounidense de reconocer la marroquinidad del Sáhara, así como los pasos que dio, posteriormente, la administración Biden, incluida la firma de la declaración tripartita entre Marruecos – Estados Unidos – Israel. 

 

Más bien, justo después de la declaración, dio un paso positivo, cuando el partido de Emmanuel Macron, «República en Marcha», anunció la apertura de una sucursal en la ciudad de Dajla para ser un centro de comunicación con los franceses pertenecientes a su partido y residentes en África occidental y del norte; se trata de un gran paso político por parte de un partido que lidera Francia.

 

Volviendo al gran dinamismo que ha experimentado la cuestión del Sáhara, especialmente a nivel diplomático, tanto por la apertura de los consulados de los países árabes, africanos y de los Estados Unidos de América en las ciudades de Dajla y El-Aaiún, como por el volumen de las inversiones anunciadas por los Estados Unidos de América, especialmente cuando decidió entregar al Estado de Marruecos, un año más, las ayudas para estas regiones, materializando su reconocimiento de la marroquinidad del Sáhara, además de la última posición española sin precedentes, lo cual tendrá un impacto directo en el conflicto dentro de las Naciones Unidas y en el nivel de su curso dentro del Consejo de Seguridad y los debates que se desarrollan en él. 

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Comparando esta evolución con la posición francesa, se puede decir que el apoyo de Francia, dentro de esta nueva dinámica, a la iniciativa de autonomía se ha convertido en una posición clásica, que ha sufrido una especie de “obsolescencia” política, es un apoyo que se remonta al año 2007. 

 

Francia debería desarrollar esta posición para que sea coherente y acorde con todos los cambios que el expediente del Sáhara marroquí está experimentando a nivel internacional y regional a favor de Marruecos y a favor de apoyar la marroquinidad del Sáhara

 

Francia, cuya posición histórica sobre el conflicto fue una inclinación política total hacia Marruecos, a pesar de su estrecha relación con Argelia durante el inicio de la presentación de la iniciativa marroquí de autonomía ante Naciones Unidas, debe desarrollar su postura para que esté a la altura de los cambios que ha tenido el conflicto y también para que esté en línea con las posiciones avanzadas que Francia siempre suele ser la primera en anunciar.

 

El hecho de que Francia está hoy a favor de la autonomía y apoya la iniciativa junto a España es algo muy importante, sin duda; pero que se mantenga en la misma posición que expresó hace más de 15 años ya es una postura que la sitúa en una posición incoherente con su liderazgo al anunciar un apoyo proactivo a Marruecos y a su integridad territorial.

 

Marruecos y los marroquíes quieren que la posición oficial sobre el expediente del Sáhara consiga una transformación que afecte a la profundidad de la posición francesa, en consonancia con la naturaleza de la relación histórica que tiene con Marruecos, y que la convierta a nivel europeo en la primera en declarar otras posiciones más avanzadas que las de sus vecinos, y más expresivas de apoyo a la marroquinidad del Sáhara.

 

Hoy por hoy, Francia no solamente está obligada a apoyar la iniciativa de autonomía, sino también a traducir sus diversas posiciones de apoyo a Marruecos en medidas más audaces, es decir, medidas avanzadas política y diplomáticamente, como por ejemplo abrir un consulado en Dajla o El-Aaiún, que sería el inicio de una nueva etapa inaugurada por el Estado de Francia hacia Marruecos, además de un reconocimiento oficial de la marroquinidad del Sáhara y su capital El-Aaiún, que es la mayor metrópoli de las provincias saharauis del sur.

 

Esta petición no viene sólo de Marruecos, sino que también varias voces francesas dentro del partido gobernante piden a su país que se vaya al ritmo de la dinámica política que se está produciendo en la región y que no se quede atrás. 

 

En este sentido, Francisque Vigouroux, presidente de la Unión de los Alcaldes de Essonne (región de Isla de Francia), declaró que «Francia debe ser más clara reconocer la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara».

 

En otra contundente declaración, Benjamin Griveaux, diputado francés y cofundador del partido «República en Marcha», consideró que Francia, histórico aliado y socio estratégico de Marruecos, debe adherirse a la dinámica iniciada por el reconocimiento estadounidense de la marroquinidad del Sáhara, añadiendo que “el tema de la normalización de la situación en el Sáhara es un tema central por dos razones:

 

En primer lugar, porque es un país inevitable para la estabilidad y la seguridad regional en toda la región del Sahel y el Sáhara, donde Marruecos ha contribuido significativamente, especialmente en la lucha permanente contra los grupos yihadistas.

 

En segundo lugar, porque el reconocimiento de la marroquinidad del Sáhara es también una oportunidad para la población local y las provincias del sur de Marruecos en términos de desarrollo económico”.

 

Esta posición también la comparten varias personalidades francesas, como Eric Ciotti, diputado y consejero departamental de los Alpes Marítimos, quien expresó su felicidad «por el inicio de las aclaraciones de España hacia Marruecos en relación con el Sáhara», añadiendo que «la soberanía marroquí sobre esta parte es innegociable». 

 

Estas voces, junto con otras voces francesas, entre ellos intelectuales, políticos, etc., insistieron en la necesidad de que el Estado francés diera un paso adelante en su posición sobre la marroquinidad del Sáhara; y comparten la visión marroquí sobre la posición “clásica” de Francia”, es decir, que la posición de Francia que declara su apoyo a la iniciativa de autonomía, ya no responde al volumen de la asociación histórica que la reúne con Marruecos, ni tampoco al papel francés en el conflicto, especialmente a nivel de debates que se hacen en el Consejo de Seguridad.

 

Ahora, Francia debería estar en sintonía con su papel europeo, y con su relación con Marruecos, así como debería mantenerse al frente de los países europeos que expresan posiciones de apoyo no sólo a la autonomía, sino al Sáhara marroquí, tomando la decisión, por ejemplo, de abrir un consulado en la ciudad de Dajla o El-Aaiún.

 

No se trata de dar órdenes a Francia por parte de Marruecos, sino que se trata de la visión que tienen los marroquíes sobre Francia como un país amigo y aliado, y debido a la situación de “preocupación” legítima, compartida por varios círculos marroquíes y sus homólogos franceses, por la vacilación del Estado francés en ir adelante con la declaración de posiciones avanzadas sobre el conflicto. Así como, por el hecho de que Francia debería mantenerse fiel, como es el caso de Marruecos, a sus posiciones y sus opciones históricas hacia la cuestión del Sáhara y su evolución.

 

Respondiendo a la pregunta: ¿Qué tiene que hacer Francia hoy, tras la posición española?

 

Lo que debería hacer Francia ahora es dar un paso diplomático y político práctico, más allá de un apoyo a la iniciativa de autonomía, abriendo un consulado en el Sáhara.

 

Traducción: Mohamed Charbi 

 

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