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Naoufal Bouamri
En 2021, Marruecos pudo sentar las bases reales para cosechar los resultados de victorias diplomáticas decisivas que se sumarán a las que ya había logrado anteriormente.
Se trata de victorias que ponen de manifiesto la capacidad de Marruecos para resolver varios expedientes externos a su favor y a favor de sus intereses vitales a nivel regional, mediterráneo e internacional, vinculados principalmente con expedientes diplomáticos que constituían una tarjeta de presión sobre Marruecos, que fue capaz de reorganizar sus prioridades exteriores y evaluar sus asociaciones de manera que pudo dejar las cosas claras en 2021 frente a grandes países y potencias europeas, que solían ver a Marruecos como una mera colonia, mientras que ahora, gracias a las opciones diplomáticas adoptadas por Marruecos y su lucha contra cualquier intento de ataque contra sus intereses y sus causas nacionales, estos países tratan con nuestro país con mucha precaución y cuidado, y colocan al Reino en el lugar que le corresponde dentro de las naciones y los pueblos.
Marruecos ha dejado claro a todos los demás países que no tratará con ellos en caso de que se respete la integridad territorial marroquí, y que la firma de acuerdos económicos no puede realizar sino incluyendo las regiones del Sahara como parte del territorio nacional que forma parte de la soberanía nacional marroquí.
Este nuevo año, Marruecos cosechará seguramente los resultados de estas opciones nacionales que acabarán con épocas de dependencia económica donde Marruecos se encontraba en una posición de debilidad, pero con las reformas emprendidas por Marruecos y el fortalecimiento de su frente interior a nivel nacional y local dentro de las regiones saharauis. Esta opción se ha convertido en una opción nacional y parte de su estrategia exterior innegociable.
En 2021, Marruecos logró sacar una importante posición diplomática y política de los Estados Unidos, que reconoció la marroquinidad del Sáhara, y que expresó oficialmente su apoyo a la iniciativa de autonomía. Fue un evento muy destacado del año 2021.
En el nuevo año, Marruecos y los EE.UU tendrán grandes oportunidades para fortalecer su asociación de seguridad, diplomática y política.
Esta asociación será muy importante en la región para enfrentar las amenazas terroristas, la agitación económica resultante de la Covid-19, además de otros desafíos relacionados con el desarrollo y la democracia en África en general y en el norte de África en particular, donde todavía hay varios regímenes de la región que viven fuera de la historia, experimentando agitación institucional y verdaderos problemas populares que reflejan un vacío constitucional y una real fragilidad institucional.
Estas nuevas oportunidades abiertas por el reconocimiento estadounidense del Sahara marroquí tendrán un impacto positivo en la relación bilateral entre los dos países, especialmente porque el año 2021 fue una ocasión para consolidar este reconocimiento y convertirlo en un logro para los dos países.
El año 2021 es el año que allanó el camino para el anuncio del fin de la organización política del Polisario. Es posible que siga existiendo pero su papel político en el conflicto artificial sobre el Sáhara marroquí dejará de existir definitivamente.
El gran cambio que está experimentando este expediente y que está relacionado con la cosecha de los logros alcanzados de 2021, relativas a las resoluciones de la ONU que reconocen la seriedad de la iniciativa de autonomía como única solución para poner fin al conflicto, el reconocimiento del papel fundamental y central del régimen argelino en cualquier proceso político que emprenda el nuevo enviado de la ONU a la región, Staffan de Mistura.
Esta visión de la ONU, que se vio consolidada en la Resolución 2602, hace que el fin del Polisario sea muy próximo, políticamente hablando.
Hoy el mundo y las Naciones Unidas ya están convencidos de que el conflicto es regional, y que sus principales partes son Marruecos y Argelia, por lo que cualquier proceso será sólo con el régimen argelino este año.
El año 2021 es el año en el que Marruecos completó la delimitación de las fronteras de sus aguas territoriales, sobre las cuales ejerce plena soberanía, especialmente en el sur.
Estos acontecimientos no fueron solo un deseo legislativo de Marruecos, sino más bien una iniciativa para acabar con la ambigua situación que estaban sufriendo sus aguas territoriales, especialmente sus aguas atlánticas de las regiones del Sáhara, acabando de esta forma con la polémica por estas fronteras.
El año 2022 será un año para ejercer su total soberanía sobre estas aguas, en términos de seguridad, de una manera que proteja las fronteras marroquíes, y económicamente para proteger las riquezas marítimas y naturales que son abundantes en estas aguas, en el horizonte de explotarlas para servir los intereses del Reino, y para el beneficio de los habitantes de las regiones Sahara marroquí.
Si el año 2021 es el año de la consecución de victorias, entonces el nuevo año será el año de cosechar los resultados de estas victorias y las grandes y acertadas opciones diplomáticas que eligió Marruecos.
Traducción de Mohamed Charbi
Naoufal Bouamri es un abogado marroquí especializado en el expediente del Sáhara marroquí