Rue20 Español / Mequínez
En el pasado mes de abril Marruecos y España firmaron un contrato para que esta última le vendiera un patrullero de altura, cuya obra supondría un millón de horas de trabajo y cerca de 250 empleos durante los próximos tres años y medio.
En abril de 2019, Marruecos comunicó las especificaciones del contrato para la construcción del patrullero.
Luego, Navantia – una empresa pública española referente en el diseño y la construcción de buques militares y buques civiles de alta tecnología – presentó su oferta en agosto y un equipo de la compañía se desplazó a Marruecos para negociar los aspectos técnicos y comerciales.
A pesar de la actual tensión política entre Rabat y Madrid, el acuerdo que firmó Marruecos con la empresa española Navantia para la construcción de un patrullero de altura sigue vigente.
Recientemente, el sitio especializado en temas de defensa, «Defensa.com», afirmó que «Navantia sigue trabajando en el patrullero para Marruecos, en las labores de ingeniería y aprobando licitaciones para la compra de material, en las fases y los tiempos establecidos. Una vez finalizados los trabajos de ingeniería, comenzará su construcción».
Pero debido a que no hay de momento encuentros directos entre Marruecos y España por la crisis diplomática, el encargo podría no ampliarse a otros patrulleros adicionales.
«Hoy por hoy, los encontronazos entre España y el país vecino (Marruecos) han dejado en el aire esta ampliación de contratos, como ya ha alertado la diplomacia española», según «Ok Diario».
Se trata de embarcaciones, de la serie Avante, similares a los BVL vendidos a Venezuela: buques de unas 1.500 toneladas y 80 metros de eslora, con una autonomía de 4.000 millas y 40 tripulantes. Ese tipo de patrulleros de altura están diseñados para la vigilancia del litoral y tareas de rescate y salvamento —disponen de cubierta para helicópteros—, entre otras misiones.
Cabe recordar que la crisis diplomática entre Marruecos y España estalló a causa de la entrada clandestina en el territorio español del presunto líder del Frente Polisario, Brahim Ghali.
Ahora la pelota está en el tejado del Estado de España. Si de verdad quiere reanudar sus relaciones con Marruecos, debe dejar aparte sus viejas ideologías y posturas en lo que a la cuestión del Sáhara marroquí se refiere.
