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Ismail El Khouaja
El régimen militar argelino, cegado por su eterno odio a la integridad territorial de su vecino Marruecos, ha movilizado su prensa para criticar las declaraciones de los países del Golfo, ayer en la ONU, en cuanto a su apoyo a la marroquinidad del Sahara, así como la invitación a Argelia a participar en las mesas redondas por ser parte interesada del conflicto inventado.
El periódico argelino Ennahar consideró que las declaraciones de los representantes permanentes de los países del Golfo en la ONU respecto al Sahara marroquí, no son más que “tontas polémicas y falacias para engañar a la opinión pública internacional, emitidas por países que han contribuido en gran medida a la continua fragmentación del mundo árabe.
¿Desde cuándo las declaraciones de un embajador permanente de países soberanos como lo son Qatar o Arabia Saudita se consideran “tontas polémicas y falacias”? Y ¿desde cuándo estos países participaron en la fragmentación del mundo árabe? Y ¿con qué pruebas?
A parte de acusar por acusar, el régimen militar no presenta ni propone alternativas para argumentar sus tesis. En agosto, el régimen militar acusó a Marruecos e Israel por espionaje sin presentar ni una sola prueba. En el mismo mes, acusó a los dos países mencionados por producir los incendios en la región cabileña (que pide la independencia) tampoco sin presentar pruebas.
El régimen militar se ha acostumbrado a tener razón, mientras se adueña de los recursos petrolíferos del pueblo marginado argelino que se ve acallado y torturado cada vez que levante la voz. Como consecuencia, miles de argelinos mueren en el mediterráneo en busca de una vida mejor, lo que llevó al ministro de Asuntos Exteriores de España, José Manuel Albares, realizar un viaje a Argel para cuestionar el problema de la excesiva inmigración de argelinos a España.
El régimen militar lleva librando guerra sucia contra Marruecos desde hace décadas, pero esto se acentuó aún más tras el reconocimiento de la primera potencia del planeta, Estados Unidos, de la marroquinidad del Sahara, así como la inversión de este país, además de Gran Bretaña e Israel en el Sahara marroquí. Todo ello, llevó al régimen a romper unilateralmente las relaciones diplomáticas con Marruecos, así como el cierre del espacio aéreo contra los aviones militares y civiles marroquíes, mientras que Marruecos mantiene la mano tendida al pueblo argelino.
Cabe señalar que Arabia Saudita afirmó, ayer jueves, su apoyo a los esfuerzos de Marruecos para lograr una «solución política realista» al problema del Sahara, y confirmó su apoyo al plan de autonomía presentado por Marruecos para «establecer la paz en la región».
Por su parte, Qatar renovó su apoyo a una solución política, duradera y compatible al problema del Sahara marroquí en el marco de la soberanía del Reino de Marruecos, durante la sesión de la Asamblea General de Naciones Unidas.
