Rue 20 español/Rabat
Jamal Bourfissi
Marruecos ocupa el tercer lugar en el mundo en términos de «fuga de cerebros», con un 17% de inmigrantes marroquíes con un nivel de bachillerato +5 o más.
La migración de Marruecos al extranjero ya no se limita a grupos con formación escolar limitada, sino que la «fuga de cerebros» ha crecido notablemente en las últimas tres décadas, lo que plantea nuevos desafíos para Marruecos.
El ministro de Educación Nacional, Said Amzazi, había revelado previamente, en declaraciones, que más de 600 ingenieros marroquíes abandonan su país cada año, lo que equivale al total de graduados de cuatro escuelas secundarias de ingeniería en Marruecos en un año.
Este número solo se compara con el gran número de médicos marroquíes que emigran al extranjero, que se estima en miles para ejercer su profesión.
El Consejo Nacional de Médicos de Francia había revelado previamente en un estudio que el número de médicos nacidos en Marruecos y que ejercen la profesión en Francia asciende a 6150, la mayoría de los cuales trabajan de forma permanente.
Francia es uno de los países europeos más atractivos para los marroquíes.
Algunos estudios indican que las escuelas e institutos marroquíes suman anualmente 8000 expertos en el campo de las tecnologías de la información, pero hasta un 20 por ciento emigra al extranjero, aunque el mercado marroquí los necesita.
Contrariamente a la mayoría de opiniones que ven negativamente la «fuga de cerebros» marroquí al exterior, Idriss Yazami, jefe del Consejo de la Comunidad Marroquí Residente en el Extranjero, defendió la dimensión positiva de esta migración, diciendo que refleja la entrada de Marruecos en la «globalización del conocimiento.»
Yazami agrega que el mundo está siendo testigo de una fuerte competencia para atraer talento, y señaló que varios países desarrollados han elaborado importantes programas para atraer talento, como Canadá.
El fenómeno de la «fuga de cerebros» es uno de los temas espinosos que sufren los países en desarrollo, debido al traslado de muchas de sus competencias al exterior, lo que provoca una gran pérdida que afecta al desarrollo de la sociedad.
Sin duda, la emigración de competencias tiene aspectos negativos, ya que conlleva la pérdida de mentes brillantes e influyentes que logran un gran beneficio para la sociedad en los campos científico-tecnológico, lo que conduce a la falta de investigación científica en campos especializados, al débil desarrollo del sistema educativo, y la incapacidad para seguir el ritmo de los tremendos avances científicos que ocurren en el mundo.
Esto hace que los países que pierden sus competencias se encuentren indefensos ante los descubrimientos y avances mundiales en campos especializados.
Esto requiere que los países en
desarrollo, incluido Marruecos, adopten una estrategia eficaz para beneficiarse de sus competencias.
Las competencias marroquíes en el extranjero pueden contribuir en gran medida al desarrollo y al progreso científico en Marruecos.
El emigrante marroquí en general contribuye a elevar el nivel de la economía en su país gracias a sus remesas y los proyectos que pone en marcha en su país de origen.
Hay mucho trabajo por hacer para beneficiarse de la experiencia de los «cerebros marroquíes» para hacer avanzar los campos científicos y la investigación científica para que Marruecos encuentre un punto de apoyo entre los países desarrollados.