RUE20 ESPAÑOL / RABAT
Jamal Bourfissi
Los tambores de los medios españoles empezaron a sonar con fuerza, en vísperas de la posible reunión mañana lunes entre el presidente estadounidense Joe Biden y el presidente español Pedro Sánchez,. Aunque la reunión que tendrá lugar en Bruselas, será al margen de la cumbre de la OTAN, y no de una recepción oficial de Biden a Sánchez, los periódicos españoles le dieron más de lo que merecía, porque el presidente estadounidense no se ha dado ningún contacto directo con el jefe del gobierno español desde su toma de posesión como nuevo presidente de los Estados Unidos el 20 de enero.
La relación turbulenta con Washington trajo muchas críticas a Sánchez que está viviendo tiempos difíciles por la crisis que provocó con Marruecos.
El desinterés de Biden por el primer ministro español, durante casi medio año, fue interpretado por la oposición española y por muchos interesados en la política española, como un indicio de la debilidad de la política exterior de España y el declive del peso de España.
Los medios españoles están tratando de hacer un juego sucio, y están tratando de ganarse el favor del presidente de los Estados Unidos a costa de Marruecos.
Están tratando de jugar la carta de la crisis en la que el gobierno de Sánchez ha implicado a España con Marruecos, y algunos círculos están tratando de dirigir a la opinión pública española fabricando cosas que no tienen base en la realidad.
En vísperas de este encuentro, algunos periódicos españoles intentaron decir cosas que no existen en la realidad, por ejemplo, que la Comisión de Exteriores de la Cámara de Representantes de EE. UU, controlada por los demócratas, mantiene bloqueadas desde hace varios meses a dos iniciativas que tienen que ver con el reconocimiento estadounidense del Sahara marroquí.
La primera es la apertura de un consulado estadounidense en la ciudad marroquí de Dakhla, y la segunda está relacionada con la venta de drones armados MQ-9B al reino de Marruecos.
Esto es lo que escribió La Vanguardia cuando habló con certeza como si el Congreso de los Estados Unidos realmente había tomado estas dos decisiones.
De hecho, no hay una resolución aprobada por la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, ni un congelamiento oficial de ninguna decisión tomada por la administración de Trump. No hay ningún anuncio oficial al respecto.
Y para mantener un nivel mínimo de credibilidad, el periódico agregó más tarde que la noticia no había sido anunciada oficialmente.
Así que lo que informó el diario expresa lo que España desea, no la realidad, y lo que España desea es que Biden se retracte de la decisión de su antecesor Trump sobre el reconocimiento estadounidense del Sahara marroquí.
El periódico parte de supuestos que le confieren carácter de verdad, lo que contradice el comportamiento profesional en la labor periodística.
En el mismo contexto, medios extranjeros, citando el diario «el Confidencial», informaron que la ministra de Asuntos Exteriores española, Arancha González Laya, tuvo una llamada telefónica con su homólogo estadounidense, Anthony Blinken y le informó que la decisión del expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, que reconoció la soberanía de Marruecos sobre su Sahara, tuvo consecuencias para España.
Según las mismas fuentes, Laya solicitó, durante esta llamada, que tuvo lugar el viernes pasado, la ayuda de la administración de Biden en la solución del «problema» provocado por el expresidente estadounidense.
El gobierno español hizo de la decisión de Trump sobre el Sáhara un » problema». Pero, en realidad este decisión histórica puede ser una vía viable para la resolución de este conflicto.
La postura española sólo sirve para alargar el conflicto.
Sin embargo, el comunicado de los Departamentos de Estado estadounidense y español emitido tras la llamada telefónica no se refería, a la crisis diplomática entre Marruecos y España.
El denominador común entre los informes de los periódicos españoles es que intentan orientar las cosas en la dirección que sirve a los intereses de España, no a los de Marruecos.
España, que reveló su verdadero rostro durante la actual crisis con Marruecos, no ve interés en el reconocimiento estadounidense de la integridad territorial de Marruecos, porque sufre un complejo, desde hace más de 45 años, Es decir, desde que Marruecos obligó a la ocupación española a evacuar sus tierras del sur gracias a la Marcha Verde.
España quiere devolver la cuestión del Sahara marroquí a la etapa anterior al 10 de diciembre pasado cuando la administración Trump reconoció la marroquinidaddel Sáhara.
España recibió una bofetada de la administración Trump de la que no se ha recuperado hasta hoy.
España espera, durante el encuentro Biden-Sánchez, un cambio de posición de Biden, y, en cualquier caso, ese es el sueño de España.
En cambio, Marruecos se aferra a su posición en la defensa de su tierra y enfrentando a los enemigos de su soberanía territorial.
No hay indicios de la posibilidad de que Biden revierta la decisión de su predecesor Trump sobre el Sahara marroquí, porque esta es la posición de Estados Unidos y no una posición personal del expresidente Trump.
El intento de España de darle la vuelta a la cuestión del Sahara marroquí no hará más que exacerbar la crisis en la que se ha visto envuelto el gobierno español tras recibir a un criminal de guerra.
Hoy España intenta involucrar a los Estados Unidos en una crisis con Marruecos, después de haber logrado involucrar a la Unión Europea.
Este es un juego peligroso. El Gobierno español debería revisar sus posiciones con Marruecos, si quiere calma, y no echar más leña al fuego.
