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Ismail El Khouaja
El contenido del discurso pronunciado por el rey Mohammed VI ayer con motivo de la Revolución del Rey y del Pueblo, confirma una vez más que las crisis hispano-marroquíes están condenadas a resolverse por la vía monárquica.
Después del mensaje de felicitación del rey Felipe VI con motivo de la Fiesta del Trono el mes pasado, hoy el monarca alauita ha reaccionado dedicando una buena parte a España en el discurso Real con motivo del 68º aniversario de la Revolución del Rey y del Pueblo -que conmemora el exilio de su abuelo Mohamed V y la lucha por la independencia-
Mohammed VI ha lamentado el estado actual de las relaciones que atraviesan ambos vecinos que “ha sacudido fuertemente la confianza mutua y ha planteado numerosas interrogantes sobre su destino”, a raíz de la entrada secreta y con identidad falsa a España del líder del ficticio Frente Polisario, Brahim Gali.
Las relaciones con España son arraigadas en la historia y van más allá de conflictos que no llevan a ningún puerto.
Por eso, el Rey ha prometido velar por consolidar más las relaciones bilaterales, con una condición que consiste en “la comprensión conjunta de los intereses de los dos países vecinos”.
Es un claro mensaje a los políticos que pasan por desapercibido la historia y las relaciones de hermandad y sangre que mantienen los dos países vecinos.
Cabe recordar que, desde el estallido de la crisis, desde nuestra tribuna, el periodista Toufiq Slimani en un artículo titulado “La Intervención De Los Reyes Mohamed VI Y Felipe VI. Una Necesidad Urgente “, publicado el 2 de junio, hizo un llamamiento para la intervención de las monarquías para resolver esta crisis sin precedentes.
“En estos momentos difíciles que atraviesan los dos países, “la diplomacia tranquila y sosegada” y “la alta diplomacia” tienen una sola explicación: pedir la ayuda del rey Mohamed VI y su homólogo español Felipe VI para evitar la cercana ruptura total. España y Marruecos necesitan hoy más que nunca el rol de la institución monárquica”, dice el artículo.
